Las abejas saben usar las matemáticas y esto es lo que pueden hacer con ellas

Aunque tienen 86 veces menos neuronas que el ser humano, las abejas son capaces de rivalizar con su intelecto usando perfectamente las matemáticas. 

En los últimos años, los científicos han descubierto muchas cosas sobre la habilidad cognitiva de las abejas. Entre ellas, que son capaces de completar operaciones aritméticas simples (sumar y restar), diferenciar números pares de impares e incluso ordenar objetos en función de su valor numérico.

Pero posiblemente el mayor descubrimiento en torno a estas productoras de miel es su capacidad para crear diferentes dialectos a través de la danza. Un tipo de comunicación matemática que les permite dar información espacio-temporal a sus compañeras de colmena. 

Bailando para ubicar la comida

Mediante movimientos repetitivos, que a simple vista parecen espasmos, las abejas pueden transmitir la ubicación de sus fuentes de alimento. Es decir, flores, fruta o agua azucarada. 

Da igual que el objeto de interés esté a 10 metros de distancia o a 10 kilómetros de la colmena, las abejas pueden codificar la posición y darles indicaciones precisas a sus compañeras obreras. Lo que requiere no solo de un buen reconocimiento del entorno y una sólida memoria, sino también de un proceso de abstracción matemático.

Para lograr esto, las abejas utilizan la posición del Sol en el cielo y las relaciones espaciales básicas para dar una dirección: arriba, abajo, derecha e izquierda. 

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Arizona, que descubrió esta técnica en 2012, las abejas siguen este patrón. Cuando alguna detecta una fuente importante de nutrientes, vuelve a la colmena y empieza a moverse rítmicamente durante una fracción de segundo, para comunicarles al resto a qué distancia está la comida. 

Luego, la abeja va incluyendo en esta coreografía todos los giros y vueltas que deben dar sus compañeras para llegar al lugar. Si se mueve hacia arriba, entonces las abejas deben salir de la colmena e ir directamente al norte, hacia el Sol. Pero si justo después se mueve dos veces hacia la derecha, lo que les está indicando es que deben girar en los próximos metros hacia el este. Así hasta que termina de dar todas las direcciones necesarias para llegar. 

En algunos casos, las abejas usan también zumbidos para completar este patrón de comunicación matemático. Sobre todo cuando están en grandes colmenas, en donde no todas las abejas pueden verlas “bailar”. Con lo cual su mecanismo GPS es infalible, ya que les indica:

  • El tiempo que tardarán en llegar al alimento.
  • La posición geográfica y la distancia que hay entre el objetivo y la colmena.
  • La cantidad de giros y vueltas que deben dar para llegar de manera segura.
  • E incluso, cuál es el mejor momento para ir por ese alimento, en función de la cantidad de luz solar.

¿Por qué las abejas son tan buenas usando las matemáticas?

Vía Pixabay

Hasta ahora, ningún científico sabe con certeza por qué las abejas pueden usar las matemáticas. Después de todo, y aunque la naturaleza sea geométrica, los seres humanos necesitan educarse primero para poder entender y codificar luego secuencias aritméticas. 

 

Ahora bien, algunos creen que puede deberse a su elaborada estructura social. 

Al vivir en colmenas, las abejas tienen que ser conscientes de lo que les rodea para poder protegerlo. Con lo cual acaban desarrollando un conocimiento espacial muy similar al de los humanos, que en teoría favorece la “conciencia aritmética”.

El estudio de 2018 dirigido por la Universidad RMIT, que demostró que las abejas podían sumar y restar valores numéricos, también aseguró que estas tenían un pensamiento crítico. Es decir, que eran capaces de tomar decisiones y retener información sobre las mejores flores, debido a que luego tenían que llevarlas a la colmena. 

Así que, podríamos decir que las abejas saben usar tan bien las matemáticas porque son seres sociales como nosotros. 

Sin embargo, todavía hay muchas cosas que podrían estar ocultando estos pequeños genios. Es por eso que muchos científicos alrededor del mundo planean estudiar el funcionamiento de sus redes neuronales para diseñar computadoras y sistemas de inteligencia artificial más eficientes. 

¿Lo lograrán? Tendremos que esperar un tiempo para ver los frutos de su trabajo, pero sin duda la capacidad de las abejas para usar las matemáticas es una gran fuente de inspiración.

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