UAZ: Cuerpo Académico realiza investigaciones sobre el consumo de productos naturales
Evaluación de sustancias por medio de terapéutica experimental y cirugía, es la línea de
investigación que lleva a cabo el Cuerpo Académico UAZ-183 “Biomedicina Experimental”,
integrado por Noemí Gaytán Pacheco y Pedro Martínez Arteaga, así lo comentó el líder de dicho
cuerpo Leopoldo Eduardo Flores Mancilla, docente de la Unidad Académica de Medicina Humana.
Explicó que valoran sustancias de origen natural y su consumo en la dieta diaria como son las
grasas polinsaturadas, donde se encuentran el aceite de pescado, el aceite de krill, así como el
calostro materno, el aceite de chía, entre otros.
Evalúan el efecto neuroprotector sobre el sistema nervioso en trastornos como el dolor, ansiedad,
proceso epilépticos, etc. De igual manera se valora su efecto en procesos como la memoria y el
aprendizaje, en donde se han tenido resultados alentadores ya que algunos de los productos de
origen natural tienen efectos benéficos en el sistema nervioso central y en particular en la actividad
eléctrica cerebral.
Explicó el docente investigador que el consumo diario de estos productos favorece que el cerebro
se recupere de alguna alteración que pueda tener, sin dejar de lado la ayuda de fármacos, sin
embargo muchos pretender solucionar todos los problemas con pastillas, lo cual no es tan
conveniente porque puede causar más deterioro.
Uno de los proyectos que lleva a cabo el cuerpo académico es el evaluar en animales el efecto que
tienen las convulsiones febriles o crisis febriles en los niños, las cuales pueden tener una
consecuencia a largo plazo y es la presencia en la vida adulta de la epilepsia.
Su trabajo en el laboratorio consiste en inducir crisis febriles al animal y posteriormente
consuman productos naturales, estos alimentos se evalúan para ver la repercusión que tiene sobre el
daño que se produjo por las crisis, en donde se encontró que productos como el aceite de pescado
tiene un efecto neuroprotector, pues ayuda a que el trastorno que se originó vaya resarciendo los
daños en el sistema nervioso central y no se presenten las crisis epilépticas.
Leopoldo Eduardo Flores Mancilla externó que se sabe que estos niños que presentan las
convulsiones a temprana edad tienen una deficiencia en el aprendizaje y la memoria y es muy difícil
contrarrestar el daño en el sistema nervioso central; lo que han descubierto es que estos productos
naturales ayudan a solventar los problemas que se tengan de memoria y aprendizaje, no resuelven
de todo el problema pero si ayudan a que no aumente el deterioro y regeneran un poco el proceso
neuronal.
Otra línea de investigación consiste donde se involucran este tipo de nutrientes naturales en
algunas alteraciones a nivel cerebral que están ligadas al problema de obesidad; se ha tratado de
dilucidar este problema desde muchas puntos de vista –dijo- como el comercial, genético, cultural,
etc.
Lo que trataron de determinar en sus investigaciones es que los trastornos que originan la
obesidad tienen un fundamento desde el punto de vista cerebral, para este caso sería la saciedad
alimenticia, ya que hay circuitos en el cerebro que la están regulando. Estos circuitos pueden estar
alterados por antecedentes que tiene el feto durante su estancia en el vientre materno, el cual se debe
a un cambio en el aporte de las grasas, si hay una falla hay cambios en los circuitos neuronales que
hacen que el sujeto en la edad adulta desarrollen las ansias de estar comiendo de más. Esto sumado
a elementos como la comercialización y el sedentarismo, hacen que la obesidad sea una crisis.
Añadió que se tiene avances en esta investigación pero se quiere ahondar más.
Externó que entre los productos que son benéficos para la salud y que se han dejado de lado están
el brócoli que contiene un elemento importante que hace tener un efecto hipoglucemiante; la
cúrcuma tiene efecto neuroprotector; el jengibre que tiene efecto en el sistema circulatorio y sistema
nervioso. “La naturaleza da elementos importantes para hacer uso de ellos”.
Otro de los aspectos que abordan es lo referente a la cirugía y el proceso de cicatrización, en
donde se estudia el cómo pueden ayudar los productos naturales para favorecer este proceso.
Entre los múltiples trabajos que han presentado tanto en congresos como publicado en revistas
científicas importantes se encuentra el estudio donde mostraron que los niños que fueron
alimentados con leche materna tienen un mejor periodo de sueño que aquellos que tenían lactancia
de fórmula, “el sueño es importante para las funciones que lleva a cabo el bebé durante este periodo
de crecimiento”.
Respecto del calostro materno, Noemí Gaytán Pacheco adscrita a la Unidad Académica de
Ciencias Químicas resaltó que se ha descubierto que éste no se puede remplazar con las fórmulas
comerciales, ya que éstas carecen de muchos elementos que tiene la leche materna, además de que
contienen azúcar y grasas.
Las condiciones de vida prenatal y posnatal están modificando muchos circuitos neuronales de
modo que durante estas ventanas criticas del desarrollo cerebral o crecimiento se modifican o
alteran, y esto puede tener repercusiones en la vida adulta.
“Hasta ahorita las investigaciones que se han hecho la lactancia materna no se remplaza con
ninguna fórmula comercial, y ésta tiene efectos en la cognición, en los procesos neuronales”
manifestó.
En las últimas tres décadas se ha dado una prevalencia alta e incremento en la obesidad, lo cual
no se puede explicar solamente por factores genéticos, también tiene que ver el estilo de vida, la
alimentación, y muchos de estos mecanismos se pueden dar vía epigenética.
Esta es otra línea de investigación que sigue el Cuerpo Académico 183, viendo como estos
mecanismos epigenéticos pudieran estar participando en estos procesos, lo cual es importante para
dilucidar los mecanismos que están sucediendo a nivel de sistema nervioso central, metabólico,
periférico y como es que se está dando esta epidemia de obesidad.
Expuso que desde la vida fetal se dan condiciones para la obesidad, ya que el estado metabólico
de la mujer antes, durante y después del embarazo pueden estar impactando en las condiciones de
vida intrauterina, lo cual impacta en la salud del individuo a largo plazo en la vida adulta.
Texto: Verónica Ramírez de la Torre.
Fotos: Horacio Sosa Hernández.