Alquiler de ropa: la estrategia de la Generación Z para ayudar al planeta
Aunque su efecto parezca modesto, el alquiler de ropa podría ser una de las vías en las que los ciudadanos corrientes podrían ayudar a salvar el planeta. Para quienes nacieron en años anteriores, esto sonará como una locura y una señal de retroceso pero, sorprendentemente, los consumidores de la Generación Z han mostrado un interés en ello.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Washington publicaron un estudio interesante en la revista Sustainability en el que dejan evidencia de este apoyo. El alquiler de ropa, también conocido como consumo colaborativo de ropa, no solo ayudaría a mejorar el acceso a vestimenta a personas de bajos recursos, sino también fomentaría una mentalidad más orientada a valorar el uso de los productos en lugar de su posesión.
Alquiler de ropa, una vía sencilla y efectiva para reducir los desperdicios y salvar al planeta
Los científicos han planteado numerosas estrategias para salvar al planeta, siendo la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero la más importante. Pero la contaminación plástica y el sobregiro ecológico siguen siendo problemas significativos que también merecen atención, y el reuso de las cosas parece ser una de las vías más rápidas para limitarlos.
Los adultos de la Generación Z están al tanto de ello. Parecen estar de acuerdo en medidas como el alquiler de ropa como uno de los numerosos pasos que conllevará la reducción de los desperdicios.
¿En qué consiste el alquiler de prendas de vestir?
Tal y como indica su nombre, el alquiler de ropa consiste en alquilar en lugar de comprar. Las personas pagarían una cuota por renovar mensualmente su vestidor con prendas, ya sean nuevas o usadas en buen estado.
Obviamente, esto no se limitaría a los tradicionales esmóquines y vestidos de gala que sí se acostumbran alquilar, sino a prendas de uso diario. Si diferentes personas usan un mismo producto, se extiende el ciclo de vida, se reduce el desperdicio y, al mismo tiempo, satisface las necesidades de muchos consumidores.
Para muchos, la idea probablemente no suene demasiado atractiva, pero el nuevo estudio demuestra que las nuevas generaciones se lo están tomando muy en serio.
“La idea se está volviendo más popular, especialmente entre los consumidores de la Generación Z”, dijo Ting Chi, autor del estudio y presidente del Departamento de Vestuario, Comercialización, Diseño y Textiles de la universidad. “Están muy interesados en el consumismo sostenible, se preocupan por el medio ambiente y están dispuestos a hacer cambios para ayudar al planeta”.
¿Por qué la generación Z cree que el alquiler ropa podría ayudar a salvar el planeta?
La conclusión deriva de una encuesta aplicada a 362 adultos nacidos entre 1997 y 2002 en los Estados Unidos. Los investigadores destacan que los encuestados sí estaban interesados en estar a la moda, pero reconocían que para ello no era absolutamente necesario poseer las prendas.
Las razones del interés por el alquiler de ropa fueron variadas, pero Chi destaca entre ellas la efectividad que podría tener en los objetivos de salvar al planeta. La Generación Z se muestra más dispuesta a adaptarse a los cambios, y hacerlo en favor del medio ambiente parece motivarla aún más. Saber que una medida podría ayudar en esta ardua tarea también los animaría a adaptarse.
Valor al uso de la ropa, no a su posesión
El sentido de pertenencia y de posesión está muy arraigado al reino animal, pero los humanos lo hemos llevado a extremos. A pesar de ser miembros de la extensa tripulación de la Tierra, vivimos en ella pensando poco en las consecuencias de nuestros hábitos de consumo y, en resumidas cuentas, apoderándonos de todo a nuestro paso.
El alquiler de ropa orientado a salvar el planeta desafía un poco esta idea ancestral y trata de enfocar la atención al verdadero valor de la ropa y no únicamente a su posesión. La encuesta realizada a la Generación Z también arrojó un pensamiento similar.
Con el alquiler de moda, las personas “obtendrían productos más nuevos con más frecuencia que si tuvieran un artículo”, dijo Chi. “El deseo de obtener más prendas nuevas hizo que fuera más probable que probaran los servicios de alquiler”.
Poco se habla de ello, pero la industria textil y de la moda en general es una de las más perjudiciales para el medio ambiente. No se trata solo de la explotación humana de la que se ha hablado durante mucho tiempo, sino también de los recursos naturales y de la generación masiva de desperdicios. Esta medida, en conjunto con otras similares, podría ayudar a reducirla.