El arte a base de la piel: Talabartería

 

El arte de la talabartería o guarnicionería, más que un oficio, es también la revalorización del producto de nuestra tierra. Consiste en el trabajo de diversos artículos de cuero —en su mayoría vacuno— en donde a partir de éste, se crean diversos accesorios, complementos y piezas para vestir. Un proceso sumamente meticuloso que ha hecho de éste oficio un arte, pues es un trabajo detallista; metales y/o hierros tradicionales son las herramientas para grabar diversos patrones y figuras en la superficie. Desde sus orígenes, la talabartería era un oficio atribuido a la ganadería debido a la fabricación de implementos para dicha labor.

René Hernández de La Fuente, de 50 años de edad y originario del municipio de Sombrerete, es en el Estado y desde 1999 uno de los principales exponentes en el arte de la talabartería. Es en el año 2010 cuando nace, talabartería “La Cueva”, actual establecimiento en el que labora con dos de sus hijos. René Hernández —uno de sus hijos— relata que desde hace unos años, abandonó la escuela para apoyar a su padre en el taller. Menciona que fue su padre quien le inculcó la práctica y conocimientos que más tarde, desarrollaría en habilidades en éste arte.

“Empecé en la escaleras de la casa de mis padres a cincelar en el piso, que fue cuando aprendí la técnica”, menciona René (hijo).

Don René Hernández, ofrece talleres de talabartería en diversos Centros de Reinserción Social en el Estado como parte de las actividades para las personas privadas de su libertad (PPL) que contribuyen a su proceso de reinserción. Una vez cumplida su condena, reos salen en busca de trabajo, por lo que —además de sus hijos— Don René los emplea en su taller.

René Hernández (hijo), asegura que fue su padre quién trajo el ‘cincelado’, técnica con la que su padre se habría iniciado en la talabartería, pues el material, la técnica y calidad del producto, son las mejores en el país. Cada producto es trabajado con bases en el cincelado americano y se encuentran a la vanguardia en elaboración; a través de videos y libros se mantienen actualizados sobre la técnica. La exportación de sus productos a países como Italia, Francia, Colombia, Brasil, Las Vegas y Estados Unidos, les han otorgado el prestigio que hoy los caracteriza.

Durante la pandemia por COVID-19 que se vive en México y en el mundo la familia Hernández, asegura, no se ha visto afectada por el impacto económico, pues las ventas se mantienen como es lo habitual aunque han optado por trabajar desde casa.

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