Así afecta el incremento de las compras online a comercios tradicionales durante confinamiento

 

Jessica Mireles

El pasado 14 de marzo se decretó –oficialmente– la Emergencia Sanitaria por COVID-19 y con ello, nos hemos visto obligados a adaptar nuestros hábitos de consumo, por lo cuál, hemos recurrido a diversos sitios y plataformas que nos permiten realizar compras en línea desde el hogar.

Desde la compra de artículos de primera necesidad, hasta compras ‘irracionales’. Diversos mercados online, tras el incremento de compra-venta online, han implementado diversas medidas de seguridad, tal es el caso de empresas reconocidas a nivel mundial como Amazon, Mercado Libre, Walmart, Uber Eats y Rappi.

Empresas como Amazon, tomaron la decisión de priorizar –temporalmente– los artículos básicos del hogar y de primera necesidad que, en un principio, se habrían agotado derivado de las compras de pánico en supermercados locales; asimismo, se suman a ellos los artículos médicos y otros productos de alta demanda. Según la página oficial del sitio, gel antibacterial, desinfectantes, antisépticos y papel higiénico son –hasta ahora– los productos más vendidos.

De la misma manera, posterior a haber realizado alguna compra, Mercado Libre emite una serie de medidas precautorias y recomendaciones al momento de que su paquete les sea entregado; recibir el paquete a un metro de distancia de la persona que realiza la entrega y lavarse las manos después de finalizar el proceso de entrega, son algunas de ellas. Se invita a realizar pagos y transacciones desde la aplicación, de manera segura a través de un código QR para evitar el contacto por el dinero en efectivo.

Walmart, Uber Eats y Rappi, son algunas de las empresas que te brindan un servicio a domicilio en la compra de artículos para el hogar, de primera necesidad, canasta básica y más de lo que ofrecen establecimientos de alimentos y bebidas que continúan operando a través de ésta alternativa.

La economía a través de internet ha cambiado nuestros hábitos de consumo y ahora más que nunca se cree que está contribuyendo a truncar las políticas económicas. El comercio digital tiene tanto ventajas como desventajas para consumidores y pymes.

Se conoce como webrooming –un término anglosajón– a la búsqueda de artículos vía internet para terminar adquiriéndolos en establecimientos físicos. Según un estudio realizado por el motor de búsqueda más popular, Google, un 82% de los consumidores frecuentes de internet, hacen webrooming.

Algunas de las ventajas que dejan consigo las compras online son la amplia oferta y el acceso a productos que no se encuentran –muchas veces– en comercios locales, la facilidad con la que se comparan precios, la inmediatez de la entrega y las políticas en devoluciones que resultan sumamente sencillas; por otro lado, dentro de las desventajas se encuentra la imposibilidad de tocar o probarse el producto –si fuese el caso de las prendas–, las compras impersonales que implican una relación indirecta entre el vendedor y el cliente y la posibilidad de ser víctima de un fraude o ‘phising’, término anglosajón que describe el método de estafa por páginas web que imitan páginas oficiales de comercio electrónico.

De manera general, las plataformas y comercios pure players –es decir, empresas que se dedican únicamente al comercio en línea– compiten contra los comercios tradicionales, mismos que se ven en gran desventaja principalmente por los costos que manejan, que suelen ser más altos por los gastos que supone, incluso el mantener abiertos los establecimientos, se convierte en un riesgo para su permanencia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *