Aunque no lo creas, pausar un embarazo es posible
Aunque por desgracia los humanos no tienen la capacidad de pausar su embarazo, se ha documentado la diapausa embrionaria en más de 130 especies de diferentes grupos de mamíferos como roedores, mustélidos, murciélagos o marsupiales, tal y como informa ScienceAlert. No es una novedad, ya que los científicos lo saben desde 1890, aunque hasta 100 años después no se conoció lo suficiente sobre el embarazo para confirmar lo que los investigadores ya sospechaban. Pero, ¿qué es la gestación suspendida? ¿Por qué pasa? ¿Puede servirnos para algo?
La diapausa embrionaria también es conocida como gestación suspendida o implantación diferida, porque entre que el óvulo es fecundado y se adhiere en el útero pasa tiempo sin desarrollarse. Esto sucede en una fase muy temprana del crecimiento embrionario, cuando apenas es una pelotita de unas 80 células. Esta pausa puede durar entre unos pocos días y hasta 11 meses. La situación que desemboca en esta gestación suspendida pueden ser varias y dependerá de la especie ante la que nos encontramos.
Separar el apareamiento y el nacimiento suele ser la principal ventaja de un embarazo pausado. Las causas de por qué se suspende la gestación pueden ser dos: por la lactancia y para que el embarazo suceda en un momento oportuno.
En algunas especies, justo después de que nazca el bebé, se vuelve a producir el apareamiento. El óvulo queda fecundado, pero mientras ella esté en fase de lactancia el nuevo feto no se desarrolla. Es decir, en caso de que el recién nacido muera, hay un embarazo de respaldo. Además, es la lactancia la que desencadena que se produzca la pausa en el nuevo embarazo. Una vez la cría deja de mamar, empieza la nueva implantación del óvulo y otro bebé estará en camino.
La gestación pausada también sucede cuando el momento no es el adecuado, ya sea por las condiciones ambientales adversas o metabólicas desfavorables. Por ejemplo, hay animales, como el corzo, que tienen unos tiempos de celo muy reducidos que, además, coinciden con el verano. Este animalillo entra en celo en julio, pero todos los partos están sincronizados y suceden en mayo. ¿Por qué un animal como este necesita diez meses de gestación? La respuesta es que el embarazo se pausa durante seis meses y no es hasta enero que se vuelve a poner en funcionamiento. Por lo que el desarrollo de la cría en el útero tan solo es de cinco meses.
También los bisones aplazan la adhesión de los embriones al útero. En este caso apenas unos días ya que se aparean a principios de marzo, pero el embarazo está pausado hasta la llegada de la primavera el día 21, cuando los días se hacen más largos en el hemisferio norte. De esta forma, se aseguran que las crías van a nacer durante la primavera, cuando las condiciones mejoran.
El Ualabí de Tammar también pausa su embarazo y, además, combina los dos métodos: amamanta durante la primera mitad del año y esperar al momento adecuado, por lo que al final pausa durante casi un año el embarazo y luego da a luz en enero. Esto asegura que los bebés dejen la bolsa de la madre durante la primavera en vez de en medio del caluroso verano de Australia. Además, este marsupial tiene el récord ya que se trata del animal que más tiempo puede pausar sus gestación.
¿Qué otros animales pueden pausar su embarazo? Entre el más de un centenar de especies que pueden pausar su embarazo se encuentran, además del corzo, los visones o el ualabí de Tammar, otros como algunos murciélagos, osos, armadillos, comadrejas, tejones, canguros, focas, ciervos, osos hormigueros… Además, más de un tercio de las especies que pausan su gestación son de Australia, incluidas algunas zarigüeyas y todas menos tres especies de canguro y Ualabí.
Hasta hace poco ni siquiera parecía haber una conexión entre las especies que usaban la implantación diferida ni un mecanismo común, ya que ni siquiera las hormonas que pausan el embarazo son las mismas en todos los mamíferos. Sin embargo, la investigación ahora sugiere, según plasma ScienceAlert, que independientemente de qué hormonas afecten el útero, la señalización molecular entre el útero y el embrión se conserva, al menos entre el ratón, el bisón y el ualabí de Tammar.
Pausar el embarazo en humanos
Es improbable que los humanos vayamos a pasar a pausar nuestras gestaciones hasta que nos venga mejor tener al bebé. Sin embargo, sí que nos puede ayudar para mejorar la implantación del embrión en el útero ya que suceden más o menos en el mismo momento: cuando han pasado unos cinco días desde la fecundación. Así, los investigadores podrán conocer mejor cómo producir embriones sanos a través de la fecundación in vitro (FIV).
La diapausa también podría ayudar a crear mejores células madre y encontrar nuevos tratamientos contra el cáncer. Las primeras células madre aisladas por los científicos provienen de un embrión de ratón en diapausa, cuando se detiene el ciclo celular del embrión. Además, las células madre también son bastante similares a un embrión diapausado. De esta forma, la diapausa puede ayudarnos a producir nuevas terapias para detener la división celular o para identificar marcadores de células madre tumorales, que se cree que son las que causan la metástasis en el cáncer.
Mejorar la FIV, nuevas terapias contra el cáncer… La investigación científica no descansa para conocer más sobre nosotros mismos y lo que nos rodea, para aplicarlo en situaciones que nos son útiles, aunque en un primer momento pueda parecer que una gestación pausada no puede aportarnos nada.