¿Cómo avanza la carrera espacial hacia Marte?
Si bien el interés por la vida extraterrestre es muy antiguo, podríamos decir que desde la década de 1960, en pleno desarrollo de la Guerra Fría, Marte figura entre los planetas con potencial de alojarla, o por lo menos haberla alojado en algún momento. Desde entonces, ha recibido varias máquinas lanzadas desde la Tierra, pero nunca a la humanidad.
Ahora, en el marco de una carrera espacial sin precedentes, Marte es uno de los objetivos más anhelados de colonización. Mientras se llevan a cabo investigaciones desde la distancia, China y la NASA de los Estados Unidos se han planteado ambiciosas metas de llevar a los humanos al planeta rojo para la década de 2030. ¿Sería posible esto?
¿Por qué explorar Marte?
Durante mucho tiempo la humanidad se ha preguntado si existe vida en otros planetas, y aunque las investigaciones realizadas hasta ahora han sido infructuosas, la ciencia sigue escudriñando en ellos en busca de pistas.
Los resultados de los estudios realizados durante el último siglo sugieren que el planeta rojo tan inhóspito que nos ha mostrado Perseverance pudo haber sido muy diferente en el pasado. Los investigadores creen que alguna vez fue capaz de albergar ecosistemas, y que incluso hoy podría tener formas microbianas no observables desde la distancia.
Una presunta segunda Tierra
Marte ha sido uno de los objetivos en los que más hemos insistido desde el siglo XX, y las razones son bastante sólidas. Al ser el cuarto planeta cercano al Sol, necesita más tiempo que nuestra Tierra para completar una órbita completa a su alrededor.
A pesar de ello, gira alrededor de su eje aproximadamente a la misma velocidad. Si vamos a la práctica, un año en Marte dura 687 días terrestres, y un día dura apenas solo 40 minutos más que en la Tierra.
También es más pequeño que la Tierra, pero su superficie equivale a aproximadamente al área de nuestros continentes, lo que también ha resultado atractivo para la humanidad.
Una atmósfera hostil y una superficie árida
Otros rasgos limitan sustancialmente las probabilidades de encontrar vida tal y como la conocemos. La atmósfera marciana es rica en dióxido de carbono, seguida por metano, dos gases de efecto invernadero que actualmente son un problema en la Tierra.
Más abajo, el suelo también es rico en compuestos tóxicos, y este panorama lo empeora la ausencia total de agua líquida sobre su superficie. Irónicamente, la ciencia ha determinado que el planeta sí contiene el compuesto vital, pero al parecer se encuentra enterrada en los casquetes polares helados del planeta. Podría ser abundante, pero aún es pronto para afirmarlo.
Lo que sí parece ser cierto es que en algún momento de su historia fluyeron líquidos que dejaron una huella trascendental sobre su superficie. Los líquidos pudieron fluir en forma de arroyos ramificados, valles fluviales, cuencas y deltas y un vasto océano en el hemisferio norte. Esto, a su vez, sugiere, que la atmósfera también fue diferente en el pasado, quizás un poco más amigable e idónea para mantener el agua líquida.
¿En qué punto se encuentra la carrera hacia Marte?
En su afán de buscar vida en otros planetas, la humanidad ha enviado docenas de naves espaciales a Marte desde la década de 1960. Las primeras sobrevolaron las cercanías del planeta tomando las primeras fotografías, como fue el caso de Mariner 4 de la NASA. Luego, en 1971, el programa espacial soviético envió la primera nave espacial a la órbita marciana Mars 3 que recolectó una variedad de datos sobre su topografía, atmósfera, clima y geología.
Sin lugar a dudas, ambos proyectos fueron hitos para la historia de la humanidad, y no estuvieron exentos de dificultades. Antes de ellos, varios intentos soviéticos fueron fallidos. De hecho, alrededor del 60 por ciento de los intentos de aterrizaje han fallado porque, como ya explicamos, las condiciones del planeta rojo son extremadamente hostiles y diferentes a lo que estamos acostumbrados.
Para resumir el avance reciente de la carrera espacial a Marte, podemos hacer un recuento rápido. Hasta 2020, solo cuatro agencias espaciales habían puesto en órbita marciana sus naves espaciales: la NASA, Roscosmos de Rusia, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). En 2021 se unieron las misiones Hope de los Emiratos Árabes Unidos y Tianwen-1 de China en febrero de 2021.
Las próximas misiones al planeta rojo
Sin lugar a dudas, el 2021 destaca como un año de logros en la historia de la práctica astronómica humana. No solo vimos a dos multimillonarios cumplir su sueño de pasar los límites de nuestro planeta en el marco de una carrera que allana las vías hacia el turismo espacial, sino que también celebramos la llegada exitosa de tres misiones a Marte.
Traslado de muestras de Marte tomadas por Perseverance a la Tierra
Pero la historia no termina aquí, y de hecho, está lejos de tener un fin. La NASA ha sido muy clara con su meta de llevar a los primeros humanos al planeta rojo en la década de 2030, y aunque parezca una locura considerando las condiciones ya descritas, ya han desplegado proyectos para cumplir con ello. Entre ellos, la construcción de la cápsula Orion que lleva varios años en proceso junto con la ESA.
Mientras tanto, la atención se centra en la Campaña de Devolución de Muestras de Marte que enviará un módulo de aterrizaje a Marte para tomar las muestras de roca extraídas por Perseverance y llevarlas a la Tierra para su análisis.
El mismo director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, ha expresado su interés por convertir a la humanidad en “una especie multiplanetaria” a fin de prolongar su existencia. Con la larga lista de logros de su compañía, también ha puesto su mirada en Marte y está trabajando en un plan que podría llevar a un millón de personas allí al final de este siglo.
Rover Rosalind Franklin hacia Marte
Y no podemos dejar de mencionar el rover nombrado Rosalind Franklin en honor a una científica que rompió estereotipos, desarrollado por la ESA y la Corporación Estatal de Roscosmos, en cuyo lanzamiento también participará la NASA. Según indica la agencia estadounidense en su sitio web, sería la segunda misión del programa ExoMars llamada ExoMars Rover and Surface Platform 2022.
Después de aterrizar con el módulo ruso Kazachok, el rover europeo, equipado con un instrumento de astrobiología llamado Mars Organic Molecule Analyzer (MOMA), se encargará de buscar señales de vida en Marte casi en tiempo real. Para ello, perforará unos dos metros por debajo de la superficie. El lanzamiento está previsto para el 21 de septiembre del próximo año y su aterrizaje marciano para el 10 de junio de 2023.
Prototipo de helicóptero chino
China también ha dejado ver su interés por continuar estudiando el planeta rojo. Tras la entrada en órbita de Tianwen-1 y el aterrizaje exitoso del rover Zhurong de energía solar, las metas de China apuntan también al envío de muestras marcianas a la Tierra para finales de esta década.
Por si fuera poco, recientemente presentaron un prototipo de helicóptero similar al helicóptero Ingenuity de la NASA. El concepto de “avión no tripulado de crucero por la superficie de Marte” fue anunciado por el Centro Nacional de Ciencias Espaciales (NSSC) de la Academia China de Ciencias (CAS).
¿Podrían los humanos llegar y hacer vida en Marte?
Aunque cada una ha planteado objetivos diferentes, todas estas misiones siguen uno en común: obtener toda la información posible sobre el planeta. De este modo, los científicos pueden comprender en un contexto más amplio los peligros que conllevaría una visita humana para así evaluar la viabilidad de un viaje presencial.
De hecho, los científicos ya han puesto en marcha varios estudios para determinarlo. Como ejemplo, uno publicado recientemente basado en simulaciones. Sus resultados sugieren que una nave espacial tripulada por humanos debería tener un escudo con un grosor muy específico para protegerlos de la radiación. Además, la totalidad del viaje no debería durar más de 4 años.
Por fortuna, la Tierra y Marte se alinean de forma cercana una vez cada 26 meses, lo que permite hacer el viaje interplanetario en aproximadamente medio año. No es sorpresa que las agencias espaciales y compañías privadas ya lo hayan considerado en sus planes para reducir riesgos y costos. Las sondas terrestres se han lanzado durante estas conjunciones para aprovechar esta cercanía.
En definitiva, han transcurrido unos 60 años desde el primer intento, pero el contexto actual nos deja ver que la carrera espacial hacia Marte apenas comienza. Con fortuna, el éxito de las misiones en curso y las próximas más inmediatas podría sentar las bases para llevar por fin astronautas al que tiene el potencial de ser nuestra segunda Tierra.