Bienvenidos al Listenburgo, un país ficticio y ahora viral en Twitter

El Listenburgo, ese hermoso país fronterizo con España y Portugal, nació de una broma en Twitter y se convirtió en unos días en un fenómeno viral. Hoy ya tiene su bandera, su historia, y numerosas asociaciones económicas con verdaderas empresas.

Tiene un poco menos de población que Francia, 59 millones, y se encuentra en la frontera con España y Portugal, frente al Atlántico… Pero sobre todo, es ficticio. El Listenburgo, o Listenbourg en francés –su idioma de creación– es una broma que lanzó este 31 de octubre en la red Twitter un tal Gaspardo, actual presidente del Listenburgo.

Gaspardo publicó un mapa para burlarse amablemente de los estadounidenses, conocidos por su ignorancia en geografía. Acompañando el mapa, esa leyenda: “Seguro que los estadounidenses no saben ni el nombre de este país jajaja”. Lo cierto es que según la CNN, en 2005, las ciudades francesas Estrasburgo y Toulouse se encontraban respectivamente en Alemania y Suiza, mientras que en 2014, el Donbás se situaba en Pakistán.

En unos pocos días, el Listenburgo se convirtió en una realidad paralela, ya que desde el domingo cientos de inspirados internautas franceses conversan en foros para escribir juntos páginas y páginas sobre este país imaginario, que ya es miembro de la ONU, la OTAN, y la Unión Europea.

Un país que ya tiene un lema (Libertad Honor Resplandor), una moneda (el “lis”), una historia con una sucesión de monarcas, un himno nacional, embajadas extranjeras y por supuesto, un gobierno con sus ministerios, todos representados en Twitter.

En pocos días, el Listenburgo se ha convertido en un importante destino económico. De hecho, las grandes marcas no tardaron en aprovechar esta broma viral. Las empresas Ryanair, Prime Video, Netflix y otras, francesas o no, aprovecharon la oportunidad para expresar su interés en este nuevo país. 

Y en el mundo político, el Listenburgo despertó el interés de algunas figuras francesas, pero quiso dejar en claro su neutralidad y su rechazo a la recuperación política.