Caldo de rata y víbora, platillo que levanta muertos
Por: Jazmín Martínez
ZACATECAS.- En Zacatecas existe un platillo que levanta muertos: el caldo de rata de campo y de víbora.
Al menos esa es la creencia popular que durante siglos tuvieron primero los pueblos prehispánicos, chichimecas y huachichiles; cuya tradición alimentaria fue adoptada en la Colonia por los trabajadores mineros y sus familias, debido a que era un alimento económico y tenía propiedades nutricionales.
En la actualidad, la tradición del consumo de caldo de rata de campo y animales exóticos como víbora y zorrillo, se conserva en la entidad, principalmente entre las familias de las zonas rurales y urbanas.
Pero también la consumen quienes padecen enfermedades crónicas como anemia, cáncer y problemas respiratorios, pues se le atribuyen propiedades curativas extraordinarias.
Especialistas de la Universidad Autónoma de Zacatecas corroboraron que, en efecto, la carne del roedor tiene un alto contenido de proteína, así como de aminoácidos, que son altamente aprovechados por el organismo.
Comerciante guadalupense manifestó que su vendimia es realizada por los Vázquez Morales campesinos de una comunidad del municipio de Villa de Cos, al noreste de Zacatecas, en los límites con San Luis Potosí.
Desde hace treinta años se dedica a una labor de vender ratas de campo, víboras de cascabel, conejos y zorrillos.
La manera de conseguir la proteína es cazando sus presas en el semidesierto que rodea a su poblado, y luego trasladándose 75 kilómetros al sur, hasta la capital de Zacatecas, para vender lo que se caza en los mercados populares de “El Laberinto” a las fueras del mercado Arroyo de la Plata.
Se vende entre 60 y 70 ratas, todo depende de lo que se produzca en la casería, el costo es de 30 pesos cada una.
Asimismo, la ciudadanía zacatecana siempre termina con la venta del comerciante, pues en tiempos de pandemia aumenta el consumo del producto por ser un remedio casero.
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