Científicos hallan en el Ártico esponjas gigantes sobreviviendo en el hielo

Un grupo de investigadores que exploraba el Océano Ártico encontró un jardín de esponjas gigantes sobreviviendo en las profundas aguas heladas. ¿Cómo lo lograron? Los científicos descubrieron que estas esponjas se alimentan de restos de animales que murieron hace mucho tiempo.

Esponjas gigantes.
Esponjas gigantes en el Ártico. Créditos: Alfred-Wegener-Institut / Sistema OFOS PS101 AWI. Vía gizmodo.com

El gran hallazgo de esponjas gigantes

Este descubrimiento estuvo a cargo de un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Microbiología Marina en Alemania. Encontraron a las esponjas a unos cientos de kilómetros del Polo Norte, a una profundidad de alrededor de 500 a 800 metros. Estas están viviendo en la cima de una cadena montañosa submarina llamada Langseth Ridge. Hace tiempo allí existieron volcanes activos que albergaban mucha vida marina a su alrededor.

Las esponjas son organismos simples capaces de vivir en todo tipo de ambientes marinos. Pero, se desconocía si podrían vivir en un lugar carente de nutrientes. Lo llamativo de las esponjas gigantes encontradas es cómo consiguieron alimentos en ese lugar alejado y carente de vida. Por lo tanto, los científicos querían descifrar el enigma de la alimentación de las esponjas. Entonces, los investigadores llevaron muestras orgánicas a sus laboratorios para analizarlas.

Colonia de esponjas. Créditos: Alfred-Wegener-Institut / Sistema OFOS PS101 AWI. Vía gizmodo.com

Estos organismos viven, en promedio, 300 años. Creen los investigadores que se las arreglaron con los cadáveres de animales fallecidos hace largo tiempo. El ecosistema donde ahora habitan las esponjas fue muy próspero en el pasado. Sin embargo, en la actualidad ese hábitad está plagado de cadáveres de animales. Y es de esto que se alimentan las esponjas.

Los gusanos muertos son el principal alimento de estas esponjas gigantes. Dichos invertebrados alguna vez vivieron en colonias y se alimentaban del azufre que salía de los ductos de los volcanes activos. Los investigadores descubrieron que las esponjas se alimentaban de la materia orgánica de los gusanos. Por lo que les permitió sobrevivir en un lugar donde la comida escasea.

Las repercusiones del descubrimiento

 

Teresa Morganti, una de las autoras del estudio y experta en esponjas del Instituto Max Planck, está muy entusiasmada con el hallazgo. Ella dice que nunca antes se había observado algo parecido: las esponjas pudieron sobrevivir en un entorno escaso de nutrientes en lo profundo del Ártico. Al respecto, Morganti opina:

Es sorprendente cómo las esponjas pueden formar un ecosistema que depende de material detrítico de una comunidad extinta, cómo pueden seleccionar bacterias benéficas asociadas.

Las esponjas son organismos vitales para los ecosistemas oceánicos, por ello los autores del estudio creen que merecen ser más investigadas.

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