Científicos realizan 100.000 simulaciones posibles de cómo será la Tierra a futuro
Seguramente nos hemos preguntado en más de una ocasión cómo sería nuestra vida si hubiéramos hecho tal o cuál cosa, e incluso hemos simulado posibles escenarios en los que nuestra vida es diferente. Es normal, esta es la manera más natural que tenemos los seres seres humanos de reconocer nuestros errores y trazarnos nuevas metas, pero ¿podría también ser la mejor herramienta para reconocer la importancia de un cambio climático?
Frances Moore de la Universidad de California, se hizo esta misma pregunta durante la pandemia y concluyó que necesitamos ver lo que el cambio climático puede hacerle al planeta para entender su gravedad. Por eso, desarrolló un programa de simulación por computadora para predecir y analizar los 100 mil posibles cambios climáticos que viviremos a futuro, dependiendo del camino que escojamos.
Imaginando la Tierra a partir de simulaciones
Curiosamente, más del 90% de las simulaciones arrojaron que el planeta podría reducir su temperatura en al menos 0,5 °C. La científica cree que esto posiblemente se deba al cese de emisiones de carbono de pandemia, así como a las acciones climáticas de empresas que están apostando por la sustentabilidad.
Sin embargo, ningún escenario sugiere que la temperatura global logre descender de los 3,9 °C en los que nos encontramos actualmente a los 2°C óptimos. En consecuencia, es posible que tengamos a futuro algunos escenarios desérticos, u otros en donde abundaran las zonas submarinas y los terremotos, debido a la desaparición de los polos antárticos.
“Las simulaciones sugieren que si seguimos como hasta ahora es poco probable que podamos permanecer por debajo de 1,5 °C,. Eso requiere del uso generalizado de tecnologías de emisiones negativas que ni siquiera existen todavía”.
Frances Moore de la Universidad de California
¿Existe todavía una posibilidad en la que el planeta no experimente cambios?
La mayoría de los modelos climáticos se han centrado en los aspectos técnicos del problema, es decir, cómo será el clima a futuro. Eso ha hecho que muchas personas se sientan desalentadas con las simulaciones, ya que piensan que no existe salvación para el planeta a futuro, cuando no es así.
Para Moore y su equipo, los seres humanos tienen la capacidad de elegir con cuántas emisiones inundarán el planeta. Por eso, es importante simular también factores sociales, económicos y políticos que podrían ocurrir en el 2100 y afectar las condiciones climáticas de la Tierra.
Por ejemplo, si los gobiernos reconocen que están viviendo un cambio climático en los próximos diez años, e inician los protocolos pactados en el acuerdo de París para un 2030 libre de emisiones, es posible que el planeta siga contando con grandes zonas verdes.
En cambio, si las personas siguen manteniendo una postura conformista hacia el medio ambiente, lo más probable es que dentro de unos años vivamos en un planeta carente de biodiversidad. Esto debido a que los “conformistas” tienden a comparar las anomalías climáticas actuales con lo que recuerdan hace diez años, restándole importancia a los cambios.
En este sentido, comprender cómo responden las sociedades al cambio ambiental es una cuestión clave en la ciencia de la sostenibilidad y en el desarrollo de políticas ambientales.
De la simulación a la realidad
Este estudio sugiere que aún es posible frenar el cambio climático, y con él, todas las consecuencias que puede ocasionar a nuestro planeta. De hecho, Moore nos ofrece varias posibilidades, que han sido probadas durante las simulaciones, para que escojamos qué hacer:
- Por una parte, apoyar el desarrollo de políticas climáticas. Aunque existen diversos tratados sobre energías renovables, pocos son los países que llegan a implementarlas. Pero si se logra desarrollar esta ambición ecológica entre los políticos, entonces es posible que se detenga el aumento de la temperatura en el planeta.
- Por otra, incrementar el uso de tecnologías efectivas de reducción de emisiones. No existen aún herramientas 100% sustentables, si existen prototipos que podrían aplicarse para reducir las emisiones globales a cero en el 2060.
- Finalmente, si las personas actúan individualmente para frenar el calentamiento global, la huella de carbono del planeta se reduciría en más de un 40%. Esto debido a que disminuiría el uso de los vehículos de gases fósiles y aumentaría el reciclaje, según sugieren las simulaciones de la Tierra.
Puede que este estudio de 100 mil simulaciones sea lo más cercano que tendremos al proceso de retrospectiva humano en las ciencias. Entonces, la pregunta es… ¿Lo aprovecharemos o nos arrepentiremos una vez que lleguemos a alguno de los escenarios?