Crisis de los misiles de 1962: Los ojos y oídos de Francia en Cuba
RFI
Este viernes 14 de octubre se cumplen 60 años desde la crisis de los misiles de Cuba. Dos intensas semanas en las que el Caribe y el mundo pasaron al borde de la guerra nuclear. RFI los lleva a explorar los archivos diplomáticos franceses para conocer el importante papel que jugó Francia en este intenso episodio.
“Uno cree que los diplomáticos son espías. No, su trabajo consiste en contar lo que ven. En este caso, es verdad que, desde el mes de agosto de 1962, la embajada de Francia en Cuba se dio cuenta que pasaban cosas”, explica Jean Mendelson, ex embajador francés en Cuba. Un puesto que ocupó 20 años después de aquellas tensas semanas de octubre del 62, cuando el mundo estuvo al borde de la catástrofe y todas las miradas se posaron sobre la isla y los misiles soviéticos que los estadounidenses descubrieron ahí.
Hoy en día, Mendelson es responsable de los archivos de la diplomacia francesa. Es uno de los guardianes de los millones de telegramas que Francia recibió a lo largo de su historia, como aquel enviado desde La Habana el 18 de agosto de 1962. En él se lee: “Grupos importantes de jóvenes de entre 20 y 30 años han desembarcado de buques rusos en Mariel y Bahía-Honda. Se estima, de manera secreta, que hay por lo mínimo 4.000 personas de origen eslavo o noreuropeo”.
“Un suboficial francés, regresando de Pinar del Río hacia la Habana, después de un fin de semana vio jóvenes rubios, de piel blanca, cargando bolsas, equipamiento militar, entonces informó”. Tras realizar algunas verificaciones, el embajador notificó a París y la información viajó a Washington, donde el presidente John F. Kennedy, aliado del gobierno francés en la guerra fría, tenía sospechas de que algo tramaban los soviéticos en Cuba. Lo que vio el suboficial era sin duda parte de la ahora famosa operación Anádir. “Francia confirmó las sospechas serias que tenían los norteamericanos y por supuesto a partir de este momento la alianza fue fundamental”, recalca Jean Mendelson.
“La crisis de los misiles fue en realidad mil veces más dramático de lo que se creía. Los estadounidenses estimaban unos 10.000 soldados soviéticos en Cuba. En realidad, había 30.000. Se dieron cuenta que había armas nucleares tácticas en la isla: Jruschov colocó misiles nucleares dentro de los submarinos que se supone asistían a los portacontenedores cargados de misiles”, detalla Vincent Touze, historiador y especialista de la crisis de los misiles de Cuba.
Apoyo francés
Kennedy decidió evitar un ataque frontal con Fidel Castro y la Unión Soviética y optó por el bloqueo aéreo naval de la isla. El anuncio lo hizo el 22 de octubre de 1962 en un discurso a la nación. “Horas antes había advertido a sus aliados. Envió a un excanciller, Dean Acheson, para informar al general Charles De Gaulle. Su reacción acabó marcando la historia de la alianza entre Francia y Estados Unidos. La Casa Blanca temía que De Gaulle desaprobara, porque él reivindicaba cierta independencia frente a Washington. Pero de inmediato, incluso antes de que Dean Acheson le mostrara imágenes de la presencia de misiles en Cuba, De Gaulle ofreció el respaldo de Francia a Estados Unidos, le dio su total apoyo”, cuenta Touze.
A finales de octubre, Estados Unidos y la Unión Soviética acordaron desmantelar los misiles. A raíz de la crisis, deciden también crear el famoso teléfono rojo, que sigue hasta la fecha conectando Washington y Moscú.
Los archivos diplomáticos que Francia conserva indican que el general Charles de Gaulle quedó insatisfecho con la manera cómo Kennedy manejó la situación. “Como país con el arma nuclear, es delicado involucrar a aliados de forma unilateral”, dice el exembajador en Cuba. “Hay una carta de De Gaulle, dirigida al primer ministro británico Harold Macmillan en la época. Decía: ‘Ni usted ni nosotros hemos sido consultados por Estados Unidos. Un buen aliado hubiera tenido no solo que informar sino también consultar'”.
El espía que surgió de Francia
Otro aspecto que sin duda dejó mal sabor a los franceses fue el rumbo que tomó de uno de sus informantes, un hombre llamado Philippe Thyraud de Vosjoli, que viajaba con frecuencia a Cuba. “Era el representante oficial de los servicios secretos franceses (SDECE) en Washington, con título de vicecónsul y nombrado con el acuerdo de la CIA”, detalla Mendelson. “Ese personaje no reportaba a los franceses, sino a los americanos. Era un espía francés, doble agente de los americanos, o sea un traidor”.
Convocado por París en 1963, Vosjoli decide no volver nunca y mantenerse refugiado en Estados Unidos. Según escribió años después, regresar a Francia hubiera sido una muerte segura. Falleció en Washington en el 2000.
¿Cuba llevó a París y Washington al divorcio?
La historia del espía francés de la CIA en Cuba dio mucho de qué hablar, pero fue un incidente menor. No fue lo que realmente fragilizó la relación entre gobiernos francés y estadounidense. “La consecuencia de esta crisis es paradójica. El propio De Gaulle se da cuenta que el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear, que Europa casi se vuelve víctima de un conflicto nuclear en su suelo, no en suelo estadounidense o soviético”, destaca el historiador Vincent Touze. “Por eso, en 1963, pronuncia un discurso antiamericano en el cual opta por una defensa nuclear francesa independiente. Acaba retirando a Francia de la OTAN unos años después”.
¿Cuba llevó a París y Washington al divorcio? En todo caso este episodio de alta tensión inauguró un nuevo capítulo en la defensa francesa. En marzo de 1966 Charles De Gaulle le notificó al relevo de Kennedy, el presidente Lyndon Johnson, su intención de salir del Comando Integral de la OTAN. Francia no se volverá a incorporar sino hasta el 2007.