¿Deberíamos cepillarnos la lengua? Esto dice la ciencia
La boca (y lo que hay en ella) es una especie de tarjeta de presentación que adelanta a nuestro público mucho sobre nuestros hábitos o personalidad. Es por ello que una de las primeras lecciones que nos enseñan los mayores es el cepillado regular de los dientes. Pero resulta que no solo estos pequeños huesos y las encías son los protagonistas de la imagen bucal; la lengua también, y su higiene es también muy importante.
La humanidad ha practicado la limpieza de la lengua durante mucho tiempo y en diferentes culturas, pero aún hoy hay personas que la descuidan. A fin de luchar contra esto, ofrecemos algunos datos curiosos sobre este órgano que nos ayuda a saborear y algunos consejos para cuidado.
La higiene bucal deficiente está detrás de las enfermedades bucales
Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) reveló que 47,2 por ciento de los adultos de 30 años de edad tienen alguna forma de enfermedad periodontal. La cifra es bastante alta considerando el énfasis que se hace desde temprana edad en la salud bucal. Entonces, ¿a qué se debe?
Pues bien, es pronto para asegurar que se debe a una higiene deficiente de la lengua, pero probablemente sí tenga que ver con una higiene deficiente de la boca en general. Una cosa conduce a la otra, y hay pruebas de ello.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Cell mostró una imagen terrorífica de los microbios que recubren la lengua de un humano. La cifra ascendía a 20 mil millones de especies.
¿Qué pasa en la lengua si no la cepillas?
Como muchos saben, los microorganismos tienden a formar comunidades muy complejas y colonizar cada lugar con condiciones aptas al que llegan. En la boca, crean biopelículas en la lengua, dientes y encías, lo cual a veces es beneficioso, pero si los dejamos tomar el control, los resultados serán totalmente nocivos para nuestra salud.
Con el tiempo, las biopelículas orales crean una protección que puede conducir rápidamente a la formación de caries dentales, caries, gingivitis y periodontitis. Todas estas son enfermedades dolorosas, costosas y antiestéticas. Para evitarlo, se recomienda llevar una correcta higiene bucal, lo cual incluye dientes, encías y, por supuesto, la lengua.
La superficie de la lengua tiene varios tipos de papilas que le confieren una textura rugosa. Y aunque esto tiene su razón de ser, los restos de comida, así como las bacterias, hongos y células muertas pueden acumularse fácilmente entre ellas. Si pasan allí mucho tiempo, proliferan y crean la mencionada biopelícula, que además puede causar mal aliento.
Si no llevamos una correcta higiene bucal, ni específicamente, de la lengua, esta empezará a mostrar signos de falta de salud. La decoloración es la primera señal, y puede evolucionar a una condición que se conoce como lengua vellosa negra.
La correcta higiene de la lengua
Dicho esto, queda claro por qué los enjuagues bucales, por sí solos, pueden no ser suficientes para ayudar a eliminar las biopelículas en la lengua. Conscientes de ello, los expertos recomiendan cepillar la lengua como parte de una buena rutina de higiene bucal.
La ciencia ha encontrado evidencia de ello. Un estudio comparó el efecto de un raspador de lengua de plástico plano y un cepillo de dientes de nailon en esta tarea. Ambas herramientas fueron eficaces para reducir los niveles de bacterias en la boca, aunque otro estudio reveló que el raspador es especialmente útil para reducir las bacterias mutantes estreptococos y lactobacilos que contribuyen a la caries dental y la enfermedad de las encías.
El cepillado o raspado regular de la lengua, junto al uso habitual de enjuague bucal, pueden reducir significativamente la acumulación nociva de bacterias en la boca. Cualquier tipo especialmente diseñado para ello puede servir, pero recuerda no hacerlo con demasiada insistencia ni agresividad; esto podría resecarla y causar lesiones dolorosas. Lo recomendable es hacerlo una vez al día.