Del sexo oral a la infección vaginal: estás son las bacterias de la boca culpables del ‘delito’
Las bacterias de la boca pueden alterar el equilibrio de la microbiota vaginal. O eso es lo que apunta un nuevo estudio publicado este martes en la revista científica PLOS Biology. Pero, ¿esto qué significa exactamente? ¿Y cómo está relacionado el sexo oral con las infecciones vaginales?
El estudio concluye que la vaginosis bacteriana (un desequilibrio relacionado con el crecimiento excesivo de ciertas bacterias en la vagina) es el caldo de cultivo perfecto para la bacteria Fusobacterium nucleatum, que se encuentra en la boca. “Una enzima que se encuentra únicamente en los fluidos vaginales de las mujeres con vaginosis bacteriana (sialidasa) puede ayudar a F. nucleatum a colonizar la vagina liberando recursos nutricionales en el moco (ácidos siálicos) que de otro modo no estarían disponibles”, ha explicado a Hipertextual Amanda Lewis, investigadora de la Universidad de California en San Diego.
“También nos sorprendió descubrir que F. nucleatum actúa a través de mecanismos aún desconocidos para promover el crecimiento excesivo de ciertas bacterias VB, es decir, bacterias que producen sialidasa, como Gardnerella”, ha añadido en el correo. En definitiva, las bacterias de la boca no solo necesitan a otras bacterias para crecer en la vagina sino que, además, se ayudan la una a la otra para crecer en exceso.
Qué es la vaginosis bacteriana
Pero para entender un poco más este estudio, primero hay que saber más sobre la vaginosis bacteriana (VB). “Es una afección relacionada con el crecimiento excesivo de ciertos tipos de bacterias en la vagina que se ha relacionado con un mayor riesgo de muchas complicaciones de salud para las mujeres, incluidas las complicaciones del embarazo“, ha indicado Lewis. De hecho, “la VB se asocia con mayores riesgos de complicaciones del embarazo, especialmente las causadas por infecciones. Las mujeres con esta vaginosis tienen más probabilidades de ser colonizadas por bacterias que son causas comunes de infecciones reproductivas, que incluyen, entre otras, Fusobacterium nucleatum“, ha añadido la investigadora.
Las mujeres manifiestan la VB a través de síntomas como “una secreción de consistencia fina que puede tener un olor a pescado“. Pero, además “un médico también puede notar un pH vaginal más alto (> 4.5) y puede ver células epiteliales vaginales cubiertas de bacterias cuando observa una muestra vaginal bajo el microscopio”.
De la boca a la vagina
También es importante saber qué es F. nucleatum y cómo llega hasta la vagina. Se trata de yna bacteria que se encuentra en nuestras bocas “todo el tiempo”. De hecho, se sabe que “el crecimiento excesivo de esta bacteria en la boca se ha asociado con la enfermedad de las encías”, tal y como ha señalado Lewis.
Además, también es la culpable de la infecciones del líquido amniótico durante el embarazo, ha indicado la investigadora. “Y la colonización vaginal por Fusobacterium se ha asociado con el parto prematuro”. “Las mujeres con vaginosis bacteriana tienen más probabilidades de ser colonizadas vaginalmente por F. nucleatum“.
Y sí, la forma más fácil (y rápida) de llegar de la boca a la vagina es la que estás pensando. A través del sexo oral.
¿Es peligroso el sexo oral?
Ante todo esto, una mujer puede plantearse una duda: ¿es peligroso para mí el sexo oral? La respuesta de lewis es que es demasiado pronto para afirmarlo. Además, apunta a la necesidad de más estudios para saber si necesitamos cuidarnos de alguna forma especial de este desequilibrio.
“Es demasiado pronto para llegar a una conclusión definitiva sobre si las personas deberían considerar cambiar los comportamientos sexuales para protegerse de la VB. Varios estudios clínicos han relacionado el sexo oral con un diagnóstico posterior de VB. Sin embargo, la VB también se asocia con otros comportamientos sexuales. Tradicionalmente, la VB no se ha considerado una infección de transmisión sexual. Pero la evidencia reciente de transmisión de la pareja puede estar cambiando nuestra forma de pensar. Se necesitan más estudios para determinar si cambiar el contexto del contacto sexual (por ejemplo, asegurando una higiene bucal adecuada) podría reducir las complicaciones reproductivas que se han asociado con la VB”.
En definitiva, para las mujeres es muy importante tener un equilibrio en la microbiota de la vagina (al igual que se debe de tener en otras partes del cuerpo) y ante cualquier cambio en el color, olor o consistencia de las secreciones vaginales, lo mejor es acudir a un ginecólogo para descartar infecciones vaginales. O, en caso de tenerla, para ponerle remedio cuanto antes.