Dos millones y medio de brasileños reciben la renta básica del coronavirus en el primer día de pago

Mariana Balarraga Gortazar & Diario El País

La ayuda de emergencia para unos 60 millones de trabajadores informales es depositada en la cuenta bancaria para evitar aglomeraciones y contagios

Los brasileños que de un día para otro han perdido los magros ingresos con los que vivían literalmente al día por culpa de las cuarentenas para frenar la expansión del coronavirus han empezado a cobrar este jueves una renta básica. Unos 2,6 millones de personas han recibido ya en sus cuentas bancarias los 600 reales mensuales (108 euros, 118 dólares), según ha tuiteado el ministro de Ciudadanía, Onyx Lorenzoni. El Gobierno pagará esa ayuda de emergencia durante el próximo trimestre a unos 60 millones de trabajadores informales, desempleados y microemprendedores, según sus estimaciones. El pago es escalonado y un enorme desafío logístico por el volumen de beneficiarios y porque la ayuda fue aprobada solo una semana antes. Los pagos son digitales para evitar aglomeraciones en los bancos y los potenciales contagios.

En solo 48 horas, 27 millones de personas solicitaron la ayuda a través de la aplicación o de la web creadas para tal fin. Los primeros en cobrarla son ciudadanos inscritos en el registro único de receptores de ayudas sociales que tiene cuenta en el Banco de Brasil o en otro banco público. Eso incluye a las decenas de millones de familias que reciben subvenciones mensuales del programa contra la pobreza Bolsa Familia. Pero también tiene derecho a ella millones de microemprendedores o de trabajadores informales que, como suele decir el ministro de Economía, Paulo Guedes, nunca han necesitado ayuda del Estado y ahora necesitan registrarse ante él para afrontar esta crisis.

La paga de emergencia fue aprobada por el Congreso, el Senado y el presidente, Jair Bolsonaro, para mitigar los devastadores efectos económicos de las medidas de aislamiento social recomendadas por las autoridades sanitarias que han semiparalizado la actividad económica en Brasil. Bolsonaro insistió este miércoles por la noche de nuevo en un discurso televisado en que “la gran mayoría de los brasileños quiere volver a trabajar”, obviando que la OMS y el Ministerio de Salud recomiendan el aislamiento como la herramienta más eficaz para combatir ahora la enfermedad. “Las consecuencias del tratamiento no pueden ser más dañinas que la propia enfermedad. El desempleo también lleva a la pobreza, a la miseria, al hambre”, recalcó el ultraderechista, cuyo Gobierno ha anunciado un paquete de 17.000 millones de ayudas que incluye también a empresas. El Estado de São Paulo, motor económico del Brasil, ha prolongado la cuarentena que veta cualquier actividad no esencial o aglomeración hasta el día 22.

Aunque no ha habido problemas tecnológicos reseñables al solicitar las ayudas, miles de usuarios están teniendo problemas porque no tienen al día su CPF, el número de identificación fiscal indispensable para hacer gestiones ante la administración. Algunos de los afectados han explicado a los medios locales que lo perdieron tras no votar en las elecciones ni pagar la multa correspondiente, porque el sufragio es obligatorio.

 

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