¿En cuánto tiempo puede la meditación acelerar el funcionamiento de nuestro cerebro?
Los beneficios que la meditación trae a nuestro cuerpo y mente son innegables. Dado que ayuda a reducir el estrés y calmar nuestra mente, su práctica se ha hecho muy popular. En ese sentido, hay estudios que demuestran que mejora el cerebro e incluso que puede acelerar su funcionamiento.
Durante ocho semanas, diez estudiantes del Programa de Becarios de la Universidad Binghamton se dedicaron a practicar la meditación cinco días a la semana por 10 o 15 minutos diarios. Como resultado, mostraron un aumento en la materia gris y mejor conexión cerebral.
La meditación tiene un efecto trasformador
Pasado ese período de tiempo, los investigadores sometieron a los participantes a estudios de resonancia magnética cerebral. En efecto, detectaron que la meditación tiende a transformar nuestro cerebro.
En concreto, que la meditación acelera los estados generales de conciencia del cerebro, específicamente la red neuronal por defecto (RND) y la red de atención dorsal. Una se activa cuando el cerebro está en reposo (al dormir, por ejemplo), mientras que la otra se limita a tareas que exigen mayor atención y procesamiento de estímulos. Con base en ello, los autores destacan:
Los estudios de resonancia magnética longitudinal demostraron los aumentos en la densidad de la materia gris después de un entrenamiento de meditación de 8 semanas, lo que proporciona una evidencia más directa de los efectos de la meditación sobre los cambios estructurales del cerebro en la corteza cingulada posterior –recibe y envía proyecciones al sistema límbico y a diferentes regiones de la corteza frontal– y la unión temporoparietal –zona del cerebro que nos permites aceptar puntos de vista, sentimientos o reacciones diferentes a las nuestras–”.
Así pues, los hallazgos demuestran que la meditación mejora la conexión entre estas dos redes cerebrales. Lo que indica que durante ese estado de consciencia podemos hallar un punto de equilibrio entre nuestra mente divagando y la atención. Incluso, un cambio rápido entre ambos estados mentales.
Flexibilidad mental
El profesor George Weinschenk, del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Binghamton, señala que esta habilidad de poder moldear la mente y la facilidad de cambiar de estado es lo que los tibetanos –etnia china– llaman flexibilidad mental. Estos “consideran que el objetivo de la concentración es uno de los principios fundamentales del crecimiento personal”, agrega.
En vista de los resultados, los investigadores no descartan la posibilidad de que la meditación se pueda emplear para tratar trastornos cognitivos como Alzheimer y el autismo, puesto que estas enfermedades afectan la red de atención dorsal.
Dado que el estudio se llevó a cabo en jóvenes, lógicamente con condiciones cognitivas diferentes a personas de las tercera edad, los autores estiman aplicar el ensayo en adultos mayores. “Quiero ver si los cambios en el cerebro de la meditación pueden mejorar el rendimiento cognitivo”, dijo Weiying Dai, autor del artículo.