Envenenamiento de pozos y sabotajes: documentos declasificados desvelan cómo Japón planeaba una guerra contra la URSS pese a su Pacto de Neutralidad

Por RT Internacional

A pesar su alianza militar con la Aemania nazi y la Italia fascista, Japón no batalló contra la Unión Soviética hasta de que esta le declaró la guerra en agosto de 1945.

Los militares japoneses se estuvieron preparando para una guerra contra la Unión Soviética después que los dos países firmaran el Pacto de Neutralidad en abril de 1941, según evidencian documentos desclasificados este lunes por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso).

En particular, un registro taquigráfico citado por RIA Novosti revela que en junio de 1942 el Comité de Defensa Central de Japón discutió durante una reunión el uso de venenos en sabotajes contra soldados del Ejército Rojo en caso de que los soviéticos penetraran en su territorio.

“Por ejemplo, se puede atraer a cinco o seis enemigos y darles de comer empanadas envenenadas o envenenar el pozo. Creo que tales operaciones deben ser enseñadas ya desde tiempos de paz, especialmente a los colonos”, señaló uno de los miembros del comité, de apellido Nagamoto.

De acuerdo al registro, los integrantes del comité optaron por no mencionar el uso de venenos en los documentos oficiales, eligiendo en vez de ello la expresión “todas las medidas posibles (contra la penetración imperceptible de paracaidistas)”.

“Es un poco incómodo. No se puede escribir que haremos eso. […] Les pido aceptar […] la noción de ‘todas las medidas'”, expuso Katakura, secretario sénior del comité.

El plan contemplaba que los sabotajes con comida y pozos envenenados fueran realizados por autoridades locales como la Policía y la Gendarmería. Esta estrategia podía producir un gran número entre la población civil, advirtió Katakura. “Si no pensamos debidamente todo con antelación, se convertirá en una medida suicida”, alertó el funcionario.

Entre otros documentos desclasificados destaca un plan de entrenamiento en sabotajes preparado en 1943 por el Ejército de Kwantung, el mayor cuerpo militar japonés, que se hallaba desplegado en Corea y el noreste de China. De este se desprende que uno de los objetivos del plan era “el fortalecimiento de un espíritu antisoviético y anticomunista implacable”. Entre las competencias que debían adquirir los soldados se encontraban “la destrucción de vías férreas, líneas de telégrafo y teléfono”, además de instalaciones como aeródromos. Asimismo, estudiaron “la penetración en asentamientos y la organización de incendios y desórdenes allí”.

En 1938 y 1939, la URSS y Japón se enfrentaron en dos batallas, la del lago Jasán y la de Jaljin Gol, en el marco de una guerra fronteriza no declarada. El 27 de septiembre de 1940, el acercamiento de Tokio a la Alemania nazi y la Italia fascista se plasmó en el llamado Pacto del Eje, que estableció una alianza militar entre los tres Estados. Sin embargo, durante la II Guerra Mundial, Japón no declaró la guerra a la Unión Soviética, concentrándose en cambio en batallar en el Pacífico.

El 9 de agosto de 1945, conforme a la decisión tomada en la conferencia de Yalta entre los líderes de la URSS, EE.UU. y Reino Unido, las tropas soviéticas lanzaron una ofensiva sobre Manchukuo, Estado títere de Japón en Asia continental. El Ejército de Kwantung fue derrotado en cerca de dos semanas por el Ejértito Rojo, que consiguió liberar el noroeste de China y el norte de Corea, además del sur de Sajalín y las islas Kuriles.

 

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