Escasez de microchips: por qué hay una crisis de semiconductores y cómo puede afectarte
Por BBC Mundo
En su mayoría, no se ven, pero los chips de computadora están en el corazón de todos los productos digitales que nos rodean. Y cuando los suministros se agotan pueden detener la fabricación.
Hubo un indicio del problema el año pasado cuando los jugadores de videojuegos lucharon para comprar nuevas tarjetas gráficas, Apple tuvo que escalonar el lanzamiento de su iPhone y las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda.
Luego, justo antes de Navidad, se dio a conocer que la renaciente industria automotriz se enfrentaba a lo que un conocedor llamó “el Armagedón de los chips”.
Los automóviles nuevos a menudo incluyen más de 100 microprocesadores y los fabricantes simplemente no pudieron obtenerlos todos.
Desde entonces, una empresa de tecnología tras otra ha advertido que también enfrentan limitaciones.
Samsung ha reportado problemas para cumplir con los pedidos de los chips de memoria que fabrica para sus propios productos y los de otros.
Y Qualcomm, que fabrica los procesadores y módems que alimentan a muchos de los principales teléfonos inteligentes y otros dispositivos de consumo, tiene el mismo problema.
El impacto de la pandemia
Como muchas otras cosas que están mal en el mundo, el coronavirus tiene parte de la culpa.
Los bloqueos impulsaron las ventas de computadoras y otros dispositivos para que las personas pudieran trabajar desde casa, y también compraron nuevos dispositivos para ocupar su tiempo libre.
Mientras tanto, la industria automotriz inicialmente vio una gran caída en la demanda y recorta sus pedidos.
Como resultado, los fabricantes de chips cambiaron sus líneas de producción.
Pero luego, en el tercer trimestre de 2020, las ventas de automóviles se recuperaron más rápido de lo previsto, mientras que la demanda de productos electrónicos de consumo continuó sin cesar.
Infraestructura 5G
Sin embargo, con las fundiciones existentes trabajando a plena capacidad, construir más no es una cuestión sencilla.
“Se necesitan entre 18 y 24 meses para abrir una planta después de comenzar a construirla”, dice el analista Richard Windsor.
“E incluso una vez que la has construido, debes ajustarla para aumentar la producción, lo que también lleva un poco de tiempo”, agrega.
“Esto no es algo que pueda simplemente encenderse y apagarse”.
El despliegue de la infraestructura 5G también está aumentando la demanda.
Y Huawei hizo un pedido grande para acumular una reserva de chips antes de que las restricciones comerciales de Estados Unidos le impidieran pedir más.
Por el contrario, la industria del automóvil tiene un margen relativamente bajo y tiende a no acumular suministros, lo que ahora la ha dejado en un apuro.
Recientemente, TSMC y Samsung, los principales productores de chips, gastaron miles de millones de dólares para acelerar un nuevo proceso de fabricación de chips de 5 nanómetros altamente complejo para impulsar los últimos productos de vanguardia.
Pero los analistas dicen que, de manera más generalizada, el sector ha sufrido una inversión insuficiente.
“La mayoría de las fundiciones de nivel dos han registrado ganancias escasas, márgenes bajos y un alto índice de endeudamiento durante los últimos años”, dice un informe reciente de Counterpoint Research.
“Desde la perspectiva de la rentabilidad, es difícil considerar la construcción de una nueva [planta de fabricación] para fundiciones más pequeñas”.
Y muchos de estos productores de chips responderán en cambio a la demanda adicional aumentando sus precios.
Repercusiones
Windsor no espera que la escasez de chips se resuelva hasta al menos julio.
Otros sugieren más tiempo.
“Creemos que las restricciones de suministro de la industria de semiconductores tanto en obleas como en sustratos se retirarán solo parcialmente en la segunda mitad de 2021, y que habrá cierta rigidez en la vanguardia (informática, chips 5G) que se extenderá hasta 2022”, dice un trabajo de investigación de Bank of America.
Y un fabricante de chips dijo al The Wall Street Journal que la acumulación de pedidos es tan grande que se necesitarían hasta 40 semanas para cumplir con cualquier orden que un fabricante de automóviles realice hoy.
Esto podría tener costosos efectos secundarios.
La consultora AlixPartners ha pronosticado que la industria automotriz perderá US$64.000 millones en ventas porque ha tenido que cerrar o reducir la producción.
Sin embargo, esa suma debe considerarse en el contexto de un sector que generalmente genera alrededor de US$2 billones en ventas al año.
Productores de monopolios
También hay implicaciones geopolíticas. Estados Unidos todavía lidera en términos del desarrollo de diseños de componentes. Pero Taiwán y Corea del Sur dominan la industria de fabricación de chips.
Y el economista de TM Lombard Rory Green estima que las dos naciones asiáticas representan el 83% de la producción mundial de chips de procesador y el 70% de los chips de memoria.
“Como lo fue la OPEP para el petróleo, Taiwán y Corea del Sur son productores monopolistas de chips”, escribió, y agregó que su participación de mercado iba a crecer aún más.
Eso ha suscitado preocupación en Estados Unidos, donde un grupo de presión calificó la crisis actual como “el canario en la mina de carbón” para la futura escasez de líneas de suministro.
Y un grupo de 15 senadores le escribió al presidente Biden urgiéndolo a tomar medidas para “incentivar la producción nacional de semiconductores en el futuro”.
Pero podría decirse que el país más afectado es China, que fabrica más automóviles que cualquier otra nación.
Como consecuencia, la empresa de investigación IHS predice que se producirán 250.000 vehículos menos en el país durante los primeros tres meses del año.
Pekín siempre ha querido que el país sea más autosuficiente en semiconductores.
Pero Estados Unidos ha tomado medidas para bloquear a las empresas locales que utilizan los conocimientos técnicos estadounidenses para hacerlo, con el argumento de que también suministran a los militares chinos.
La crisis actual no solo dará a los líderes de China motivos para redoblar sus esfuerzos. También expone lo disruptivo que sería llevar a cabo otra de sus ambiciones: la unificación con Taiwán.
‘Más caro’
Por ahora, los consumidores que planean una compra deben tener en cuenta algunas cosas.
Los tiempos de espera para algunos modelos de automóviles aumentarán. Y también podría resultar difícil encontrar algunos dispositivos.
Los jugadores más importantes, como Samsung y Apple, tienen el poder adquisitivo para asegurarse prioridad.
Pero las marcas más pequeñas pueden verse afectadas de manera desproporcionada.
“Eso significa que los productos podrían volverse más caros, o al menos no bajar de precio con el tiempo como se esperaría normalmente”, dice Ben Wood, de la consultora CCS Insight.
“Y los abastecimientos serán limitados”, agrega.
“Entonces, si hay un dispositivo que realmente deseas obtener, no pienses en esperar para ver si hay una mejor oferta en unos meses”.