Esta sustancia cerebral similar a la marihuana puede ayudar a calmar convulsiones
La epilepsia se caracteriza por un funcionamiento anormal de nuestro cerebro, debido a un exceso de actividad eléctrica a nivel neuronal. Durante ese proceso, el cerebro tiende a producir una sustancia cerebral similar al principal componente psicoactivo de la marihuana, según explican científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
Esa sustancia cerebral recibe el nombre de 2-araquidonilglicerol (2-AG) y, puede ayudar a calmar las convulsiones. Sin embargo, tras su liberación se producen reacciones bioquímicas que afectan el funcionamiento de los vasos sanguíneos del cerebro, causando desorientación y amnesia.
La epilepsia se origina en el hipocampo
Después de un ataque de epilepsia, las personas experimentan desconcierto porque esta afección se origina en el hipocampo, una región de la corteza cerebral encargada de la memoria a corto plazo, el aprendizaje y la orientación espacial.
El profesor de neurocirugía y autor del estudio compartido en Neuron, Ivan Soltesz, explica que el hipocampo tiene la capacidad de adoptar rápidamente nuevos patrones de actividad neuronal, lo cual lo hace vulnerable a los fallos neuronales que inician las convulsiones.
Así pues, durante ese proceso el cerebro tiende a liberar el endocannabinoide 2-AG, la versión cerebral de los compuestos fitocannabinoides: THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol) presentes en la marihuana. Al respecto, Soltesz agrega:
Ha habido muchos estudios que proporcionan evidencia de una conexión entre las convulsiones y los endocannabinoides. Lo que distingue a nuestro estudio es que pudimos observar cómo se desarrolla la producción y acción de endocannabinoides, básicamente, en tiempo real”.
Los endocannabinoides se liberan en puntos específicos del cerebro
Si bien la sustancia cerebral 2-AG y el compuesto THC comparten afinidad por el receptor CB1 (Cannabinoide de tipo 1), difieren en comportamiento a nivel cerebral. Por una parte, la marihuana colma el cerebro de THC por tiempo prolongado (alterando el funcionamiento de los sentidos: estar drogado). Mientras que los endocannabinoides se liberan en puntos específicos del cerebro y en circunstancia precisas durante poco tiempo. Básicamente, esta sustancia cerebral inhibe la excitación excesiva del cerebro, esa actividad que provoca convulsiones durante episodios de epilepsia.
“Cuando las neuronas excitadoras, que secretan señales químicas en marcha, superan un umbral, inducen la producción y liberación de endocannabinoides, cuya unión a CB1 en una neurona excitadora actúa como un freno, ordenando que la neurona se relaje un poco”, se explica en el estudio.
Tras una convulsión, el 2-AG se convierte en ácido araquidónico
Como mencionamos anteriormente, durante un ataque de epilepsia se libera la sustancia 2-AG, cuya función es tener un efecto calmante sobre nuestro cerebro. Sin embargo, pocos segundos después se convierte en ácido araquidónico. Se trata de un componente que forma parte de los compuestos inflamatorios llamados prostaglandinas, que causa una reducción del suministro de oxígeno al cerebro. Y, en consecuencia: mareos, desorientación y problemas de memoria.
En ese sentido, los científicos concluyen que si se desarrollara un fármaco que bloqueara la conversión de 2-AG a ácido araquidónico, se calmarían las convulsiones sin cortar el suministro de oxígeno al cerebro.