“Estados Unidos se encuentra al borde del abismo”
Por R T Internacional
En este episodio de ‘Keiser Report’ desde Buenos Aires, Max y Stacy celebran la Nochebuena con un vistazo a lo sucedido en el 2019. La desglobalización y la desdolarización siguen su curso, y casi todas las apuestas en largo han sido rentables. También comentan el caos del mercado de recompra y anticipan un 2020 movido para un sistema financiero saturado de deuda. Por último, hablan del avance de China y la propagación de la insurrección mundial contra la ocupación por parte de los banqueros.
En esta ocasión, el programa se centra en los procesos de desdolarización y desglobalización, que, según Max y Stacy, se han profundizado durante el 2019. Las causas de esos procesos en las que se encuentra inmerso el mundo serían las políticas internacionales de EE.UU. y medidas económicas como la disminución de los intereses y la continua emisión de moneda por parte de la Reserva Federal estadounidense.
“Cuando la gente dice que la economía estadounidense va fenomenal porque no hay inflación, lo que quiere decir en realidad es que la economía va fenomenal porque los multimillonarios son cada vez más ricos, mientras los salarios permanecen estancados, lo cual no es lo mismo que decir que no hay inflación“, critica Max.
Una de las consecuencias de la política de intereses bajos o negativos es que posibilitan “malas inversiones que provocan catástrofes”, y estas a su vez fomentan la aparición de monopolios.
“Para que un sistema capitalista sea justo, debe haber competencia; y cuanta más, mejor. El problema es que, cuando no hay competencia ni diversidad, se acaba teniendo un monopolio, y los monopolios multiplican los riesgos de que se produzca una catástrofe, así que Estados Unidos se encuentra al borde del abismo”, opina Max.
Por último, los presentadores del programa no descartan que el próximo año las protestas antigubernamentales se agudicen en países como Chile o Francia o que se propaguen a otras naciones, porque la población está cansada de que los bancos y las compañías se queden con gran parte de las riquezas de un país, mientras que los demás tienen que arreglárselas para subsistir.