Estudios revelan que el coronavirus es persistente y puede extenderse por todo el cuerpo

Desde su llegada, el Covid-19 ha sido catalogado como un virus respiratorio parecido a la influenza, que puede ser superado con tratamientos y una vacunación oportuna. Pero, una buena parte de los pacientes infectados por el coronavirus han comunicado que esta enfermedad ha afectado de manera persistente a su cuerpo. Ya que, a pesar de su aparente “recuperación”, su sistema respiratorio y hemodinámico aún está deteriorado. 

Una nueva investigación afirma que esto se debe a que el coronavirus puede infectar muchos órganos y tejidos al mismo tiempo. E incluso, permanecer en el cuerpo después de que los síntomas iniciales del paciente han remitido. 

¿Qué es el Covid persistente?

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Vía Pixabay

De acuerdo al estudio publicado en la revista Nature, el covid prolongado o coronavirus persistente es una condición crónica que experimentan cerca del 10% de los pacientes del SARS-CoV-2 en su cuerpo. Caracterizada por una sensación de malestar general que puede derivar en alteraciones digestivas, motoras, cardíacas o neurológicas. 

En casos leves de contagio, el coronavirus tiende a afectar solo el tracto respiratorio superior. Pero en casos graves, puede viajar por todo el cuerpo e infectar otros tejidos grasos”.

 Daniel Chertow, investigador en el National Institute of Health

La causa de esto parecen ser los receptores que utiliza el Covid-19 para “secuestrar” células. Para comprobarlo, el equipo de investigación del National Institute of Health realizó  autopsias a 44 personas que habían fallecido a causa del coronavirus. 

En general, el equipo encontró evidencia de una infección en el tejido cardiovascular que resultaba similar a la del SARS-CoV-2. Al examinar los cuerpos con cuidado determinaron que, efectivamente, se trataba de una cepa de coronavirus que había resistido persistentemente en el cuerpo durante 230 días. Extendiéndose en casi el 80% de los pacientes en distintas áreas, entre las que destacan: el tejido gastrointestinal, muscular, cutáneo, adiposo y el cerebro. 

Consideraciones importantes sobre el estudio

A pesar de que los datos sobre este estudio del coronavirus revelan una extensión persistente en el cuerpo. Su “aprobación científica” aún no es un hecho, debido a que la infección sistémica que estudiaron poseía ciertas limitaciones que podrían haber alterado los resultados obtenidos. 

Por un lado, los casos estudiados fueron realizados por personas gravemente enfermas de Covid-19, algunos incluso fallecidos. Por lo que la propagación del coronavirus y su persistencia en el cuerpo puede no ser la misma en personas que hayan sufrido un contagio leve.

 

Además, el estudio se realizó entre abril de 2020 y marzo de 2021, un período para el cual la vacunación no estaba al alcance de todos. Por lo tanto, es posible que aquellos que ahora poseen inmunidad puedan evitar que el coronavirus infecte persistentemente su cuerpo.

¿Puede realmente el coronavirus permanecer en el cuerpo?

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Si la evidencia hallada por el National Institute of Health no ha sido validada, la presencia de la cepa del coronavirus en los pacientes estudiados es una realidad.

De hecho, el equipo encontró que las zonas afectadas fuera de los pulmones presentaban una menor inflamación. Lo que resultaba curioso, ya que la inflamación es una de los síntomas más comunes del coronavirus persistente en el cuerpo. Esto debido a que es la manera en la que los anticuerpos atacan las infecciones virales. 

En algunos casos de infección persistente, el virus puede haber sido demasiado defectuoso para seguir replicándose, lo que puede explicar por qué el cuerpo no respondió a él como una infección típica”. 

Daniel Chertow

Lo que podemos concluir de esto es que, sí existe el coronavirus persistente que es capaz de afectar varias zonas del cuerpo. Pero, su duración y severidad aún son un enigma. En todo caso, este estudio nos brinda una imagen más clara de cómo funciona la infección aguda por SARS-CoV-2. La cual podría ayudar, quizás, al tratamiento de este tipo de coronavirus para el que aún no se conoce una cura.

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