Fallas en la Administración Pública Federal
En la conferencia mañanera del 5 de febrero el Presidente, se refiere “a vuelo de pájaro”
al SPC como un sistema que “…estaba partidizado” y agregó “…esperamos que todavía se
vayan algunos”.
Al respecto el Presidente AMLO se pronuncia porque “…el funcionario gubernamental
tenga emoción social”. Y además, critica a aquellos servidores públicos que llegan a su
oficina preparando el café o leyendo las noticias y todavía se dedican a “chatear” una
hora.
Hasta ahí, las cosas están bien; cierto que se necesita un nuevo perfil de funcionario
público comprometido con las demandas de la ciudadanía en cuanto a productividad y
eficiencia con mejores resultados en la otorgación de los servicios administrativos.
El problema es que se está generando una mayor incertidumbre en el SPC cuando se está
promoviendo la movilidad de importantes cuadros administrativos que transitan del
sector público al sector privado, con las consecuentes perdidas del personal que se formó
en la Administración Pública y luego sirve a la iniciativa privada.
Se ha detectado la improvisación de muchos funcionarios en la nueva Ad ministración
Pública. Pero también la renuncia de funcionarios de primer nivel por diferencias políticas
con el proyecto a veces incoherente de la 4T. Todo ello se traduce en ineficiencia
generalizada en la actual Administración Pública Federal. Ineficiencia que se disfraza como
otro tipo de problemas; desabasto de medicamentos, falta de elementos en la Guardia
Nacional, ausencia de recursos financieros en PEMEX, diferencias con el INE, proyectos de
ley contradictorios y faltos de consenso, inconformidad de los gobernadores de oposición
por el INSABI, etc. etc.
Todo ello provoca fallas, limitaciones, contradicciones y nulos resultados en la
Administración Pública Federal, cuyos funcionarios se están dedicando más a la
administración de conflictos que a impulsar el desarrollo del país.
Cambio de mentalidad en los funcionarios públicos, pero también precisión en el proyecto
de cambio de la 4T. Los cambios de mentalidad de los funcionarios públicos no se van a
lograr en un sexenio, y por lo mismo debe imponerse el gradualismo en los procesos
administrativos y sociales en el país. La enorme cascada de reformas gubernamentales
siempre es característica de todo nuevo gobierno. Pero también es característica
constante, el fracaso de muchas de esas reformas. El que mucho abarca, poco aprieta.