Fallece “Popeye”, jefe de los sicarios de Pablo Escobar
Por Deutsche Welle
John Velásquez Vásquez, que se ufanaba de haber cometido cientos de crímenes, murió en Colombia como consecuencia de un cáncer de esófago.
A los 58 años, y víctima de un cáncer de esófago, falleció este jueves (06.02.2020) John Jairo Velásquez Vásquez, exjefe de sicarios del abatido jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar. Velásquez, alias “Popeye”, se encontraba ingresado en el Instituto Nacional Cancerológico desde el pasado 31 de diciembre, informó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec).
“Popeye”, que se ufanaba de haber asesinado a centenares de personas por orden de su “patrón”, se encontraba bajo custodia de los agentes carcelarios cuando perdió la vida. El asesino, que nunca se arrepintió de sus numerosos crímenes, padecía la enfermedad en fase terminal y tenía metástasis en los pulmones, hígado y otros órganos.
Conocido por su alias criminal, el confeso sicario había pasado 23 años en la cárcel tras someterse a la justicia en 1992. En 2014 salió en libertad, se consideró a sí mismo reintegrado en la sociedad y alcanzó cierta notoriedad a través de un canal de Youtube. Hasta su primera detención fue uno de los hombres más cercanos a Escobar, el temido narcotraficante que exportó miles de toneladas de droga a EE.UU.
“Quiso engrandecerse”
Velásquez fue recapturado en 2018 por un caso de extorsión tras ser sorprendido por la policía en la fiesta de un jefe de la llamada Oficina de Envigado, dedicada al narcotráfico. “Popeye” quiso “engrandecerse (…) y justificar su actividad criminal”, pero su papel fue más de “publicista de las acciones criminales del Cartel de Medellín”, dijo a AFP el exvicepresidente y general retirado Óscar Naranjo, uno de los hombres qué mas persiguió a Escobar.
“Murió como consecuencia de la progresión del adenocarcinoma de esófago que padecía después de haber recibido cuidados paliativos durante su proceso final de vida”, detalló el Instituto Nacional de Cancerología sobre Velásquez, quien se vanagloriaba de haber asesinado a “por lo menos 250 personas, quizás 300”. En varias entrevistas a medios locales aseguró que cuando mataba a una persona “no empezaba a sudar ni a fumar marihuana; lo mataba, me iba para la casa, me bañaba, me ponía a ver televisión y vivía normal porque soy un asesino profesional”.
DZC (EFE, AFP, El Tiempo)