El fentalino: una droga mortífera
Por: Jazmin Mtz
El fentanilo es un opioide analgésico sintético potente que es similar a la morfina pero es de 50 a 100 veces más potente.
Es un medicamento de prescripción de la categoría II, y es típicamente usado para tratar pacientes después de la cirugía.
También a veces es usado para tratar pacientes con dolor crónico quienes son físicamente tolerantes a otros opioides.
Cuando es prescrito por un doctor, el fentanilo es administrado por inyección, parche transdérmico o en pastillas.
Sin embargo, el fentanilo y los análogos del fentanilo asociados con sobredosis recientes son producidos en laboratorios clandestinos.
Este fentanilo no farmacéutico es vendido en las formas siguientes: como polvo, añadido a papel secante, mezclado con o reemplazado por la heroína, o como tabletas que imitan otros opioides menos potentes.
Las personas pueden ingerir, inhalar o inyectar el fentanilo, o pueden poner papel secante en sus bocas para que el fentanilo se absorba por la membrana mucosa.
Los receptores opioides también son encontrados en las áreas del cerebro que controlan el ritmo de respiración. Dosis altas de opioides, especialmente los opioides potentes como el fentanilo, pueden causar que la respiración se pare completamente, lo que puede llevar a la muerte.
La alta potencia del fentanilo aumenta enormemente el riesgo de tener una sobredosis, especialmente si una persona que usa drogas no sabe que un polvo o una pastilla contiene el fentanilo.
El fentanilo vendido en la calle puede ser mezclado con la heroína o la cocaína, lo que notablemente amplifica su potencia y sus peligros potenciales.
El fentanilo funciona al unirse a los receptores opioides del cuerpo, los cuales son encontrados en las áreas del cerebro que controlan las emociones y el dolor.
Sus efectos incluyen euforia, somnolencia, náusea, confusión, estreñimiento, sedación, tolerancia, adicción, depresión y paro respiratorio, inconciencia, coma y muerte.