Un funeral para Ok, el glaciar al que Islandia ha dicho adiós
El hielo que queda en Ok ya no se puede considerar un glaciar. Ha pasado de medir 16 kilómetros cuadrados en 1860 a desaparecer. Para alertar sobre los efectos adversos del cambio climático, Islandia no solo ha celebrado un funeral a este glaciar sino que también ha decidido colocar una placa con una Carta al futuro, en la que se señala que “sabemos lo que está pasando y lo que es necesario hacer”, pero que solo con el tiempo sabremos si realmente se ha hecho algo al respecto.
Una carta al futuro es como se llama la placa y en ella se puede leer, tanto en inglés como en islandés, las palabras del escritor local Andri Snaer Magnason: “Ok es el primer glaciar islandés en perder su condición. En los próximos 200 años se espera que todos nuestros glaciares sigan el mismo camino. Este monumento sirve para reconocer que sabemos lo que está pasando y lo que es necesario hacer. Solo vosotros sabéis si lo hicimos”, dice la placa que se encuentra en el volcán Ok.
El glaciar, más conocido en islandés como Okjökull, ya no está. Y aunque no se trata primer glaciar en desaparecer , sí que es la primera vez que se celebra un funeral. En este caso, sucedió este domingo 18 de agosto en la zona que solía cubrir el hielo al noroeste de Reikiavik ante la mirada de la primera ministra islandesa, Katrín Jakobsdóttir, y la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Mary Robinson.
“Hoy nos despedimos formalmente del glaciar Ok, el primer glaciar islandés que desaparece en tiempos del cambio climático. El paisaje sigue siendo hermoso, pero la belleza se desvanece en nuestros ojos sabiendo lo que había antes y por qué ha desaparecido“, comentó Jakobsdóttir durante la ceremonia en la que la isla le dijo adiós a un glaciar que en 1973 tenía cinco kilómetros cuadrados y que en apenas 46 años se ha derretido y del que apenas quedan unos restos que ya no se pueden considerar ni siquiera un glaciar. No obstante, en 2014 ya se le dio oficialmente como muerto, según señalan en El País
La idea fue propuesta por los antropólogos Cymene Howe y Dominic Boyer, de la Universidad de Rice en Estados Unidos, quienes grabaron un documental sobre el glaciar de Ok y su desaparición. Aunque Ok es el gran ejemplo de cómo está afectando el cambio climático a Islandia (y a la Tierra), la realidad es más cruda: cada año la isla pierde 11.000 millones de toneladas de hielo y los expertos advierten de que en 200 años, los cerca de 400 glaciares que pueblan Islandia se habrán perdido.
Y no es el único glaciar que está en peligro. De hecho, para 2050 las predicciones apuntan a que ya no quedará ningún glaciar en el Kilimanjaro, por ejemplo.