Haití: “Denos cemento y láminas y en seguida empezaremos a reconstruir nuestras casas”

Por RFI

A pocas semanas del temblor en Haití, que provocó la muerte de 2,200 personas y medio millón de damnificados, las organizaciones humanitarias comienzan a enviar ayuda, pero la situación sanitaria sigue siendo difícil. RFI conversó con Médicos sin Fronteras, organización que ha enviado a la isla suministros para facilitar el acceso al agua y la asistencia médica. Los enviados especiales a Haití pudieron recabar testimonios de damnificados que viven en campos improvisados.

La mañana del sábado 14 de agosto volvió a temblar en Haití, 7,2 en la escala de Richter. 

Diez años después del terrible terremoto que mató a más de 200 mil personas y del huracán que devastó a este país en el 2016, la tierra volvió a tambalearse, esta vez en su extremidad sur y oeste, en la península Tiburón, en tres departamentos: Grand Anse, Nippes y el departamento Sur cuya capital es la ciudad de Los Cayos.

Una zona rural de difícil acceso que dificulta el suministro de ayuda, complicado por las bandas criminales que asaltan a los convoyes en las carreteras.

 

Desde Bruselas MSF

Desde Bruselas, la organización humanitaria Médicos sin Fronteras ha enviado 100 toneladas de suministros sanitarios y ayuda humanitaria a Haití. Este primer envío incluye equipos para proporcionar agua potable y tratamiento médico a 30 mil personas.

Toda una logística

Hussein Choker del centro de Suministros de Emergencia de Médicos sin Fronteras en Bruselas, es el encargado de coordinar el transporte de este primer envío a través de dos aviones fletados: “Hay tiendas de campaña, tubos para tener acceso a agua y sanitarios, aquí están empacados varios kits de iluminación….también suministros médicos para curar las heridas que la gente puede tener”.

Entre el material médico hay vendas, material para suturas, camillas, compresas, pero también bolsas de sangre y equipos para transfusiones. Nuestro colega Carlos Pizarro pudo conversar con Luis Eguiluz, responsable de emergencias de Médicos sin Fronteras en Haití. Él es el coordinador de urgencias en esta zona afectada de Los Cayos. Eguiluz explicó a RFI que la atención a los damnificados es complicada ya que son zonas rurales de difícil acceso.

El gobierno interino de Haití ha querido evitar la aparición de campos de refugiados. Sin embargo, los sobrevivientes se reúnen en plazas públicas y terrenos baldíos. Esto es muy frecuente en las ciudades, pero el fenómeno también se ve en las zonas rurales, como constataron los enviados especiales de RFI, Stefanie Schüler y Nicolas Benita en el departamento de Grand’Anse.

Reportaje de Stefanie Schüler y Nicolas Benita: “El camino accidentado serpentea a través de la monta؜ña, a la orilla podemos ver las chozas de los campesinos, casi todas derrumbadas por el temblor… arriba del cerro, en un terreno de futbol, vemos un campamento de refugiados… los aldeanos han puesto un letrero en el que se lee “Moline”, un poblado de la comuna Pestel, en el departamento de Grand Anse, al suroeste de Haití.

Un aldeano, Julio Francius explica: “Aquí nos instalamos el mismo sábado del temblor porque nos dio miedo quedarnos en nuestras casas”

Las construcciones improvisadas están dispuestas de forma muy ordenada, creando pequeñas callejuelas rectilíneas. Un superviviente, Manel, levanta un mantel que ahora tiene la función de puerta. El único mobiliario del refugio es un tapete en el suelo: “Me llamo Manel, tengo seis hijos. Aquí es donde dormimos por la noche. Este refugio lo construí con pequeños trozos de madera, con chapas metálicas y lonas”.

Si la casa de Manel es precaria, su vecina, por su parte, ha hecho los muros con hojas de coco. Una simple sábana le sirve de techo: “Esta sábana nos protege del rocío. Pero cuando llueve, los niños no pueden dormir aquí, pues el agua se cuela por todas partes. Es un verdadero calvario.”

Las 150 personas damnificadas que sobreviven en este campamento improvisado de Moline insisten en su carácter temporal. Y concluyen: “Denos cemento y láminas y en seguida empezaremos a reconstruir nuestras casas.”

Entrevistados: Luis Eguiluz, responsable de emergencias de Médicos sin Fronteras en Haiti, Hussein Choker de MSF y varios damnificados de Moline, de la comuna de Pestel, Grand Anse (reportaje de Stefanie Schüler y Nicolas Benita, enviados especiales de RFI a Haití).

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