Haití: una ayuda internacional por helicóptero para llegar a las víctimas y evitar saqueos

Por RFI

Más de una semana después del terremoto de Haití, las autoridades han anunciado este fin de semana que la ayuda se entregará a las víctimas en helicóptero. El reparto de la ayuda por vía aérea evita el saqueo de los camiones y, sobre todo, permite llegar a los pueblos aislados.

Con Stefanie Schüler y Nicolas Benita, enviados especiales de RFI a Corail, Haití

Para sobrevivir hasta que llegue la ayuda internacional, muchas localidades intentan organizarse. Tras el terremoto del 14 de agosto, Alex Maxcia, alcalde de Corail, en el departamento de Grand’Anse, creó lo que él llama “lugares de acogida”: “Hay escuelas, oficinas y familias de acogida. Estos sitios deben respetar más o menos las normas”, explica a RFI.

Se trata de edificios que han sobrevivido a la catástrofe sin mayores daños. Julie Gerthy se refugió en uno de estos lugares, el centro de la Cruz Roja de Corail. Tras la destrucción de su casa, tenía miedo de dormir fuera: “Aquí estamos más seguros. Dormir en la calle en el centro de la ciudad es demasiado peligroso. Hay vagabundos”, advierte.

Pero estos refugios no sólo proporcionan un techo a las víctimas. También alientan a la gente a ayudarse mutuamente: “Aquí somos muchos. Todo el mundo aporta algo. Nos organizamos lo mejor que podemos. Por ejemplo, yo puedo traer unos escasos ingredientes para la comida y esa señora de ahí traerá algo más. Somos como una familia. Nos apoyamos mutuamente”, asegura un damnificado.

 

Según el alcalde de Corail, 10.000 de los 20.000 habitantes de la ciudad están ahora en estos lugares de acogida en la ciudad.

Llevar la ayuda a las zonas aisladas por vía aérea

Para mejorar el reparto de la ayuda en las zonas rurales, las autoridades haitianas han decidido empezar a enviar la ayuda en helicóptero. Las rotaciones se aceleran, pero la entrega por vía aérea tampoco está exenta de dificultades, como demuestra la entrega de ayuda a Corail.

El helicóptero CH47 Chinook del ejército estadounidense sobrevuela Corail. Está buscando un lugar para aterrizar. Se sitúa a un metro del suelo, justo al lado de un barrio pobre, cerca del mar. Cuando se abre la puerta trasera, se produce una estampida de personas que se precipitan hacia el avión. Para evitar su abordaje, los marines estadounidenses lanzan algunos paquetes de su carga a la multitud antes de salir disparando en caso de emergencia.

La población está enfadada. Tenían la esperanza de conseguir comida y agua: “Conseguí coger una bolsa. Es un traje. No sé para qué sirve”, explica una víctima.

Es un traje anti-Covid-19 y no es para las víctimas del terremoto, sino parte del equipamiento de un hospital de campaña enviado por Argentina con diez médicos. “Vamos a permanecer en Coral durante unos veinte días para reforzar la capacidad de respuesta sanitaria del hospital local. Un hospital que resultó dañado por el terremoto y que hoy no puede funcionar correctamente. Así que vinimos a apoyar al personal en sus esfuerzos”, dice Marina Cardelli, presidenta de los Cascos Blancos argentinos:

El helicóptero Chinook acaba aterrizando en el campo de fútbol de Corail y finalmente entrega toda su carga. Mientras tanto, los dos únicos agentes de policía de Corail intentan contener a los residentes, todavía nerviosos.

200 marines desplegados en Haití

Estados Unidos ha anunciado el despliegue de 200 marines en Haití. Según las autoridades estadounidenses, estos soldados van a apoyar los esfuerzos humanitarios para ayudar a los supervivientes de la catástrofe.

“No estoy seguro de que vaya a suponer una diferencia en nuestra situación actual. Creo que los socorristas o los médicos serían probablemente más útiles que los soldados en un terremoto”, afirma Rolphe Papillon, exdiputado de la comuna de Corail. “Los haitianos no se escandalizan más al ver a los estadounidenses sobre el terreno que al ver a los dominicanos o colombianos en suelo haitiano. Creo que desde hace tiempo hemos perdido el sentido de la soberanía nacional”, sostiene.

Lo que le llama la atención a este ex diputado de la comuna de Corail es toda la palabrería sobre la crisis y la falta de acciones concretas: “Creo que la comunidad internacional puede querer ayudar, ¡pero existen lo que llamamos las responsabilidades regias del Estado! Creo que la resistencia debe ser local. La capacidad de respuesta debe desarrollarse a nivel local. No dependen de la comunidad internacional ni de Puerto Príncipe”, lamenta Rolphe Papillon.

 

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