“Halcones” del Cártel de Sinaloa fueron sentenciados a 25 años tras las rejas
Por Infobae
Tuvo que pasar más de una década para que el “Roca” y el “Asiático” fueran condenados por delitos de narcotráfico
Carlos “T” y/o Pedro “V”, el Roca, y José “H”, Picos, Pepe y/o el Asiático, fueron condenados a 25 años tras las rejas por su participación como “halcones” del Cártel de Sinaloa.
Cabe destacar que ambos sujetos fueron detenidos desde hace 11 años en los Mochis, municipio de Ahome, donde operaban para la organización que entonces comandaban Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, e Ismael Zambada García, el Mayo. Este último sigue a cargo del grupo criminal.
De acuerdo con investigaciones de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, los sujetos se encargaban de cuidar casas de seguridad del cártel, revisaban vehículos en retenes ilegales y avisaban a sus jefes sobre la presencia de agentes de seguridad federales y de Sinaloa.
Tuvo que pasar más de una década para que el Roca y el Asiático fueran sentenciados por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos, ambos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Según el reporte de la Fiscalía General de la República, los integrantes del Cártel de Sinaloa quedaron asegurados junto con dos armas largas, un arma de fuego tipo lanza granadas, un arma corta, 104 cartuchos y 171 gramos de clorhidrato de cocaína, por lo que se les decretó auto de formal prisión.
“En consecuencia, el agente del Ministerio Público Federal (MPF), presentó ante un juez federal las pruebas suficientes, por lo que se dictó sentencia condenatoria de 25 años tres días de prisión, en contra de los dos individuos en mención”, destacó la dependencia encabezada por Alejandro Gertz Manero.
Apenas la semana pasada usuarios de redes sociales reportaron que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) capturaron a un supuesto “halcón” del Cártel de Sinaloa en el municipio de Culiacán.
Dos videos que circularon en redes sociales mostraron el momento exacto en el que un soldado, con una arma FX 05, disparó por la espalda al presunto integrante de esta célula criminal para detenerlo.
Los hechos ocurrieron en un cruce vehicular. El joven, vestido de rojo, se paseaba en su bicicleta presuntamente para molestar a los uniformados, quienes estaban vigilando la zona para evitar algún delito.
Sin embargo, logró colmar la paciencia, por lo que el oficial se posicionó a media avenida, levantó su fusil, lo recargó en su hombro, apuntó y disparó. Un sonido hueco provino del cañón, situación que detuvo el tráfico e hizo que el soldado retrocediera con sus compañeros.
Momentos después, tres agentes de seguridad se acercaron al sujeto, quien terminó tirado en la calle, para comenzar a golpearlo. Debido a que el metraje fue grabado detrás del vidrio de un automóvil, sólo se lograron escuchar los desgarradores gritos del supuesto “halcón”.
Finalmente, mientras uno de los soldados vigilaba la vialidad y otro observaba al joven, un último integrante de la Sedena lo sometió y le pisó la cabeza mientras revisaba una pequeña mochila de donde sacó algunos papeles.
Se ha documentado que los cárteles usan a menores de edad, niños que oscilan entre los 10 y 13 años, para realizar esta tarea de vigilancia. Tienen el objetivo de lograr que las autoridades no sospechen de ellos y de la función que llevan a cabo.
Algunos de ellos obtienen una paga o la ilusión de algún día convertirse en un importante capo de la droga. Mientras que otros se han visto obligados a incursionar en esta práctica, ya sea por haber sido secuestrados o por las condiciones en las que crecieron.
Todos ellos son historias de niños que juegan a ser narcos o sicarios, los que marchan con sus familias en las caravanas de víctimas de desaparición y asesinato, los que sobreviven en la orfandad porque perdieron a un padre o una madre, o aquellos que murieron en medio de un enfrentamiento o por el “error” de un mal cálculo oficial en un ataque.
Es complicado confirmar una cifra exacta de niños “halcones”, pues es una tarea que debe mantenerse oculta y no se presume por todos lados. Sin embargo, en 2018, Alfonso Durazo, quien se preparaba para ser secretario de seguridad, afirmó que diversas organizaciones registraron en el país alrededor de 460 mil.
De acuerdo con Saskia Niño de Rivera, directora de la fundación Reinserta y autora del libro “Un sicario en cada hijo te dio”, el gobierno mexicano no cuenta con las herramientas suficientes para evitar el reclutamiento de menores al narcotráfico, pues es un tema bastante complejo que no tiene una solución sencilla.