Ilustraciones medievales evidencian cómo las mujeres adineradas mantenían la salud de los miembros de toda su familia
Las escenas cotidianas que aparecen en las ilustraciones medievales de un lujoso libro muestran a las mujeres realizando actividades concernientes a conservar la salud familiar.
Se trata de un libro hecho con materiales de la más alta calidad, entre ellos abundante pan de oro. A este documento se lo conoce como manuscrito ilustrado y lo crearon enteramente a mano.
¿Por qué una forma de arte tan lujosa representaría un tema tan mundano? Los estudiosos creen que alrededor de 1256, una condesa francesa encargó la creación de un manual de salud. Lo hizo con la intención de compartir sus conocimientos con sus cuatro hijas justo cuando formaban sus propios hogares.
El libro se conoce como el “Régime du corps” o “régimen del cuerpo”. Este se creó con el método de copiado y se hizo muy popular en toda Europa a finales de la Edad Media. En especial entre los siglos XIII y XV. Más de 70 manuscritos únicos sobreviven hoy. Ofrecen una ventana a muchos aspectos de la vida medieval cotidiana, desde dormir, bañarse y preparar comida hasta sangrías, sanguijuelas y purgas .
Según historiadores, lo que me fascina del “Régime du corps” es cómo describe las responsabilidades de las mujeres en los hogares medievales adinerados. Además, cómo se transmitieron los consejos de administración doméstica entre ellos.

‘Le Régime du corps’, del siglo XIV. Créditos: Bibliothèque nationale de France.
Ilustraciones medievales dejan ver a las mujeres adineradas haciéndose cargo de la conservación de la salud familiar
Las ilustraciones, que generalmente se ubican al comienzo de cada capítulo, transmiten información que no se encuentra a menudo en otros registros históricos. Si bien las imágenes rozan la idealización, revelan una cantidad extraordinaria sobre la ropa, los objetos y el mobiliario de la época. También muestran interacciones entre personas que reflejan la cultura y la sociedad en las que se hicieron estos libros.
En una escena que acompaña al capítulo sobre el cuidado del recién nacido, se representa a dos mujeres una frente a la otra. Una inspección más cercana muestra que una de esas mujeres se estira y agarra el seno expuesto de la otra mujer. La escena representa la evaluación de una posible nodriza.
Las nodrizas se utilizaron a lo largo de la Edad Media por algunas familias de élite que podían pagarlas. Elegir una buena nodriza era fundamental, cargado de implicaciones de vida o muerte. Tal es así que una nodriza enferma podía matar a los niños de inmediato.
En esta escena, las diferentes vestimentas y tocados comunican el estatus social de cada mujer. El gesto de la élite femenina también deja claro quién tiene el poder en la escena.

Mantenimiento de la salud medieval
En la Edad Media, la salud de los miembros de la familia, desde la infancia hasta la vejez, se mantenía a través de una variedad de estrategias que buscaban el equilibrio del cuerpo. El “Régime du corps” recomendaba una amplia gama de tratamientos, incluida la liberación de fluidos corporales mediante purgas o sangrías para mantener dicho equilibrio.
La colocación de ventosas sobre la piel fue uno de los procedimientos supervisados por los cirujanos, porque implicaba rascar o perforar la piel antes de aplicar la succión. En los manuscritos del “Régime du corps” se puede ver que los hogares de élite hicieron uso de tales procesos.
Pero también se muestra a las mujeres administrando tratamientos, incluso en varias escenas de ventosas.
Tales imágenes muestran que la atención médica medieval involucraba muchas herramientas como medicinas, tratamientos quirúrgicos, comida, oración y amuletos. Además, una amplia gama de personas ofrecía sus servicios tanto dentro como fuera del hogar. En ocasiones, las mujeres administraban esa atención de manera profesional, pero también lo hacían a través de la supervisión de sus propios hogares.
El “Régime du corps” ofreció a los propietarios imágenes que reflejaban su mundo, mostrando a mujeres ejerciendo autoridad sobre el cuidado de sus familias. También se las ve brindando tratamiento y contribuyendo a un hogar bien administrado. Los propietarios de élite de estos exquisitos libros también recibieron un beneficio adicional: la posesión de estos era sin duda un símbolo de estatus.