INDONESIA LIBERA 5 MILLONES DE MOSQUITOS INFECTADOS CON UNA BACTERIA PARA DETENER EL DENGUE
Los mosquitos infectados fueron un éxito para frenar el dengue, disminuyendo los casos nuevos en 77 % en la ciudad de Yogyakarta.
En 1970, el dengue (una enfermedad vírica producida por la picadura de un mosquito hembra del género Aedes) se consideraba un virus con potencial epidémico en sólo nueve países. Medio siglo después, la OMS la caracteriza como una enfermedad endémica presente en más de 100 países con climas tropicales y subtropicales, que cada año produce un aproximado de 390 millones de infecciones.
De ahí que en los últimos años, los esfuerzos por erradicar a su principal vector, el mosquito Aedes aegypti, incluyan propuestas para utilizar ingeniería genética con el fin de evitar su reproducción o bien la replicación del virus en su organismo.
La última de ellas tuvo lugar en Yogyakarta –una ciudad indonesa con 422 mil habitantes que año con año sufre brotes de dengue que ponen en riesgo la vida de miles de personas– con resultados extraordinarios que podrían cambiar definitivamente la gestión del virus en todo el mundo.
Wolbachia, una bacteria para combatir el dengue
Hace tres años, el World Mosquito Program en coordinación con autoridades sanitarias y comunidades locales depositó cinco millones de huevos de mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia, un patógeno común en la mayoría de poblaciones de artrópodos e insectos que en los últimos años ha mostrado su capacidad para evitar la reproducción del virus en su organismo.
Después de dividir en 24 las áreas de Yogyakarta, los autores del estudio trabajaron durante nueve meses para crear una población lo suficientemente amplia de mosquitos contagiados para probar la eficacia de esta bacteria en 12 de ellas de forma aleatoria.
El resultado, publicado a mediados de junio en el New England Journal of Medicine resultó mucho mejor de lo esperado: en aquellas zonas donde se depositaron los mosquitos con Wolbachia, los casos de dengue cayeron dramáticamente en 77 %, provocando una disminución de la hospitalización a causa del virus en 86 % en la Ciudad.
La cepa de Wolbachia utilizada, conocida como wMel, no provoca daño alguno en los mosquitos, pero se inserta en las zonas de su organismo que funcionan como puerta de entrada del dengue y por lo tanto, la bacteria entra en una competición intensa con el virus, dificultando su reproducción y por lo tanto, la posibilidad de contagio tras sufrir una picadura.
Según el World Mosquito Program, el método Wolbachia también podría ser efectivo para evitar la transmisión del zika, la chikungunya, la fiebre amarilla y otras enfermedades para las que el Aedes aegypti funciona como vector viral.
Indonesia no es el primer país que utiliza ingeniería genética aplicada a mosquitos para detener alguna enfermedad. Hace un par de meses, Florida liberó el primer lote de mosquitos Aedes aegypticon el objetivo de frenar la transmisión del dengue y el zika.
No obstante, los mosquitos desarrollados por la empresa británica Oxitec poseen una proteína que provoca daños en las crías hembras, de modo que mueren antes de alcanzar la madurez necesaria para comenzar a picar.
El éxito del método Wolbachia probado en Indonesia podría sentar un precedente para acelerar las pruebas en otras regiones del mundo y finalmente, poner fin a los nuevos contagios de dengue.