INSTEX, la oportunidad que podría amenazar el monopolio del poder de EE.UU.
Por RT Internacional
En enero de 2019, Alemania, Francia y Reino Unido anunciaron la creación de una herramienta a la que se unirían en diciembre Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia y Suecia para poder comerciar con Irán, al margen de las sanciones impuestas unilateralmente por Donald Trump tras salirse del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC, conocido también como acuerdo de no proliferación nuclear) con el objetivo de aislar completamente a la República Islámica, reducir a cero sus exportaciones de petróleo y hundir su economía. Esta herramienta era INSTEX, y aunque parecía un proyecto condenado al fracaso, la pandemia del COVID-19 lo ha reactivado con unos resultados de entrada esperanzadores.
Aunque el funcionamiento del Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales (INSTEX) se mantiene bastante opaco, parte de una lógica muy básica: Irán recibe equipos médicos, farmacéuticos y alimentos y a cambio Europa recibe producto iraní (pensando en el petróleo). Para ello se crea una empresa intermediaria que, como un banco, coordina el intercambio evitando problemas porque, además, los exportadores no reciben el dinero desde el Banco Central de Irán, sino de dentro de Europa. De este modo no hay violación de las sanciones, el intercambio es legítimo porque a Irán solo se envían bienes humanitarios y los países pueden comerciar completamente independientes del sistema interbancario SWIFT y, por consiguiente, el sistema financiero global, del que se podría decir que su dueño es Estados Unidos. Es un mecanismo que, además, está abierto a más países; no solo europeos.
Un año después de que se plantease esta alternativa comercial, cuando parecía que –como el resto de compromisos del PAIC– INSTEX estaba en el limbo e iba a terminar desmoronándose, este mes de abril Berlín y Teherán han anunciado el éxito de la primera transacción mediante este instrumento. Siendo Irán uno de los países del mundo más afectados por el coronavirus, mientras Washington machaca con más y más sanciones, el mecanismo europeo ha servido para enviar equipos médicos a los persas en un momento de gran necesidad, especialmente crítico.
Aunque la primera transacción ha sido pequeña y, de acuerdo al presidente iraní, Hasán Rohaní, insuficiente, es una transacción y, por tanto, un paso hacia adelante que hasta ahora nadie se atrevía a dar en el seno de la Unión Europea.
En un momento de cambios en el que la hegemonía mundial de Washington está cada vez más amenazada, el ‘Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales’ podría convertirse en una herramienta clave para desplazar el poder hacia un –de momento solo vivo en la imaginación– eje euroasiático. Aunque sus palabras no han hecho demasiado ruido, el Representante Permanente de la Misión de Rusia en las Naciones Unidas en Viena, Mikhail Ulianov, ha hecho público su deseo de expandir INSTEX más allá de las fronteras de la Unión Europea para crear un mercado global ajeno a las sanciones norteamericanas.
La Casa Blanca, mientras, no ha podido recurrir a su tan característico lenguaje amenazador contra su aliados, teniendo que aceptar la transacción de Irán bajo un delicado velo de auto-complacencia y escudándose en que solo se ha comerciado con material humanitario. Sin embargo, este hecho, lejos de ser una simple anécdota, es la constatación de que ‘la campaña de máxima presión contra Irán’ de la que tanto le gusta hablar a Trump no está funcionando como se esperaba. Los Ayatolás se las han apañado para sobrevivir a los embistes del presidente norteamericano y su camarilla con una inusitada resiliencia: han aguantado la crisis internacional tras el asesinato de Soleimani, la crisis económica que cerca estuvo de llevarlos ‘a la bancarrota’, la crisis política tras unas elecciones con realmente poca participación y a la crisis social con varias oleadas de protestas. Y tras esta oscuridad que parece envolver a la república, el régimen de los mulás ha visto un rayo de luz esperanzadora desde Europa que, a cambio de respetar el Acuerdo Nuclear, puede espantar la tormenta.