La justicia europea le da la razón a Apple, que se ahorra 13.000 millones de euros
Por Radio Francia Internacional
Los jueces europeos dieron la razón este miércoles a Apple y anularon la decisión de la Comisión Europea de obligar al gigante estadounidense a devolver 13.000 millones de euros (14.800 millones de dólares) a Irlanda en impuestos atrasados, en un caso clave para la política de la Comisión Europea.
Con Esther Herrera, corresponsal de RFI en Bruselas
Enorme jarro de agua fría para la Comisión Europea en su batalla por limitar la transferencia de beneficios de las multinacionales y el poder de los gigantes estadounidenses.
El Tribunal General de la Unión Europea da la razón a Apple, y no tendrá que pagar 13.000 millones de euros a Irlanda en concepto de impuestos impagados.
La Comisión Europea exigió a la empresa tecnológica hace 4 años que pagara 13.000 millones de euros porque había estado durante 8 años sin pagar impuestos en Irlanda, país donde Apple tiene la sede en Europa.
Bruselas así lo decidió porque consideraba que Irlanda, con su sistema de bajos impuestos, había beneficiado a Apple.
Sin embargo, la justicia europea no lo ve así. Asegura que Bruselas ha sido incapaz de probar que Apple se benefició de un sistema ayudas ilegales. Y aunque sí admite que los acuerdos fiscales entre países y empresas podrían generar dudas legales, no se considera probado en este caso.
“Celebramos el veredicto del tribunal europeo”, dijo el ministerio de Finanzas irlandés en un comunicado, que aseguró que “nunca hubo un trato especial” a la compañía, que indicó por su parte que “se congratula” de la decisión.
Esta decisión, que se puede recurrir, es un gran varapalo para la Comisión Europea, que justamente ha hecho en los últimos años gala de perseguir a las empresas que no pagan impuestos, gracias a sistemas fiscales que las favorecen.
Es también un duro golpe a su credibilidad y a la lucha contra un sistema fiscal más justo dentro de los países europeos.
“Ventajas fiscales”
El inicio de la batalla judicial remonta a agosto de 2016, cuando una decisión histórica de la comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, puso a la UE en el mapa como azote del Silicon Valley, al acusar a Irlanda de permitir que Apple se ahorrara impuestos entre 2003 y 2014.
Según Bruselas, la empresa estadounidense se benefició de las “ventajas fiscales” de Irlanda, donde llegó a contar en 2014 con un tipo de imposición del 0,005%, para declarar sus ingresos obtenidos en Europa, África, Oriente Medio y la India.
La Comisión consideró que esto le otorgaba una ventaja sobre otras empresas, al permitirle evitar el pago de unos 13.000 millones de euros durante ese período, y declaró que Irlanda le concedió una “ayuda estatal” ilegal.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, calificó entonces la medida de “basura política” y de intento de alterar la forma en que las multinacionales pagan impuestos. Irlanda lo consideró una interpretación “asombrosa” de la ley fiscal.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó incluso a Vestager, que en 2019 renovó su cargo al frente de Competencia por otros cinco años, de “odiar” a Estados Unidos y la bautizó como la “señora de los impuestos” por las multas a las empresas de su país.
En casos similares, el mismo tribunal anuló una orden de Bruselas para que Starbucks devolviera 30 millones de euros a Países Bajos. Pero, en otra decisión, confirmó que Fiat debía pagar aproximadamente la misma cantidad a Luxemburgo.
El caso llega cuando la UE está tratando de encontrar maneras de gravar mejor a los gigantes digitales para que paguen los impuestos en los lugares donde hacen negocios, aunque algunas capitales europeas se han opuesto a ello.