Las apuestas afectan nuestro cerebro tanto como las anfetaminas, y nos vuelven adictos al juego
Los juegos de azar y las criptomonedas se han vuelto la sensación de la última década. Ahora ya no es necesario ser mayor de edad ni ir a un casino para hacer una quiniela, basta con encender nuestro computador y entrar a plataformas de entretenimiento como Esports Unikrn o Twitch para apostar un par de criptomonedas.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que existen cerca de un millón de apostadores online. Una cifra que se ha duplicado durante la pandemia, especialmente en los países asiáticos, Australia y Estados Unidos, y que no parece que vaya a descender en el futuro.
Si bien para algunos estas apuestas son algo “ocasional y recreativo”, para otros puede ser un asunto de lo más serio, y acabar afectando tanto a su cerebro como a su bolsillo. Por eso, la revista The Lancet Psychiatry sobre adicción al juego ha decidido dar a conocer el riesgo que existe con las apuestas actualmente.
La ludopatía afecta nuestro cerebro
A diferencia de la adicción al alcohol y las drogas, la adicción a la juegos de azar no generan síntomas evidentes que puedan vincular esta enfermedad con alguna causa.
Pero si existen estudios de neuroimagen que muestran claramente cómo las apuestas afectan las regiones del cerebro asociadas con la toma de decisiones, la memoria y la regulación de las emociones. Todas ellas, relacionadas con el envío de impulsos a través del sistema nervioso, y ubicadas en la zona prefrontal y la corteza frontal orbital.
En este sentido, los psicólogos consideran que la ludopatía podría ser peligrosa a futuro. Especialmente para muchos jóvenes en desarrollo, quienes pasan por una etapa de cambios hormonales y emocionales en la que cualquier actividad estresante desencadenar episodios de ansiedad, retraimiento, depresión o tendencias suicidas.
La adicción a las apuestas y el cerebro
Además, la incertidumbre y gratificación inmediata que generan las apuestas son perfectas para impulsar la activación del sistema de recompensa del cerebro. Un mecanismo que utiliza la dopamina y la serotonina para hacernos sentir placer cada vez que alcanzamos un logro o ganamos una partida.
“La liberación de dopamina parece reforzar el juego problemático a través del aumento de los niveles de excitación, la reducción de la inhibición de las decisiones arriesgadas o una combinación de ambos”.
Barbara Jacquelyn Sahakian, profesora de neuropsiquiatría en la Universidad de Cambridge
En consecuencia, los jugadores desarrollan un tipo de adicción particular hacia estos juegos de apuestas que les producen sensaciones agradables. No muy diferente al que sienten los alcohólicos cuando consumen licor, o al que viven los drogodependientes cada vez que consumen opioides.
Aunque las comparaciones pueden ser odiosas, muchas veces son la mejor forma de explicar un fenómeno. Por eso es importante aclarar que un exceso de dopamina, a causa de las apuestas, es exactamente igual de perjudicial para nuestro cerebro que una sobredosis por anfetaminas. Particularmente porque puede ocasionar algunos de los siguientes problemas:
- Físicos: tics nerviosos, náuseas y vómitos, sudoración excesiva e insomnio.
- Psicológicos: Déficit de atención o TDAH, memoria a corto plazo, Parkinson, esquizofrenia y fobia social
Entonces… ¿Cómo abordar la adicción al juego para cuidar a nuestro cerebro?
Actualmente, el manejo del trastorno del juego, como se le conoce a esta adicción, es tratado a través de terapias de autoayuda e inhibidores hormonales como los ISRS. Principalmente porque ambas prácticas ayudan a reducir los niveles de dopamina en el cerebro, que es la principal causa de adicción.
Sin embargo, se espera que para 2024 el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención de Reino Unido desarrolle un nuevo medicamento para abordar esta enfermedad en un mundo cada vez más digital; en donde las apuestas están a la orden del día.
“Descubrimos que hay algunas pruebas que indican que un fármaco llamado naltrexona, que bloquea los receptores opioides, puede ayudar a algunas personas con ludopatía. Pero se requiere más investigación antes de que esto pueda convertirse en un tratamiento estándar”.
Barbara Jacquelyn Sahakian
Por ahora, el mejor consejo que puede dársele a un jugador es que evite apostar en plataformas online, tanto a aquellos que lo hacen regularmente como a los que apuestan como una forma de entretenimiento. Pero como sabemos, es muy difícil escapar de una adición.
En ese caso, la clave es, primero, ser conscientes de que las apuestas afectan nuestro cerebro; y luego, buscar apoyo de los familiares y amigos para obtener otras experiencias placenteras que no estén vinculadas al juego.