Las heridas abiertas de Beirut, a un año de la explosión en el puerto
Por RFI
El tiempo dejó de correr a las seis y ocho de la tarde. El 4 de agosto de 2020, una enorme explosión en el puerto de Beirut hizo saltar por los aires buena parte de la ciudad. Casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio detonaron por motivos que aún se desconocen. Lo hicieron después de llevar seis años almacenadas en el corazón de Beirut.
La tragedia provocó más de 200 muertos, dejó miles de heridos y expulsó de sus casas a 300.000 personas. Más allá de las cifras, quedó una población traumatizada.
“Todos morimos un poco”
El joven Hrag Avedanian, residente en Beirut, recuerda así uno de los días más negros en la historia de Líbano: “La noche del 4 de agosto, ninguno de nosotros durmió. Nadie durmió. ¿Cómo habríamos podido hacerlo? Nos despertamos al día siguiente deseando que fuera una pesadilla, pero no era así. Era todo real”.
“Después del 4 de agosto no somos los mismos de antes del 4 de agosto. Estará siempre impreso en nuestros corazones y en nuestras mentes, porque aquella noche todos morimos un poco”, cuenta.
Hrag Avedanian asegura que las fobias son algo común entre la población de Beirut a causa de la explosión, y añade que muchos todavía sufren una constante sensación de inseguridad: “Ahora que es el aniversario, los libaneses están confusos sobre cómo reaccionar. En realidad, el 4 de agosto nunca quedó atrás, y no creo que estemos preparados para un aniversario porque aún estamos viviendo el momento”.
Una investigación inconclusa
Un año después, no hay sentencias ni detenciones de altos cargos gubernamentales. Esto ocurre a pesar de que existen pruebas de que el gobierno tenía conocimiento de la presencia de los explosivos en el puerto.
La abogada Ghida Frangieh, del colectivo Legal Agenda, denuncia la intervención de la clase política en la investigación: “Para nosotros, está muy claro que los partidos políticos que gobiernan Líbano están saboteando la investigación y posponiendo los esfuerzos para encontrar justicia por las víctimas de la explosión. Hasta ahora, parlamento, gobierno y fiscal jefe han rechazado retirar la inmunidad de los altos cargos que el juez líder Tarek Bitar quiere interrogar”, explica.
Según Frangieh, la investigación sobre la explosión podría abrir una nueva etapa en la historia de Líbano y dejar atrás la impunidad de la clase política: “La investigación de la explosión se ha convertido en el símbolo de nuestra lucha contra lo que llamamos el régimen de la impunidad legal, que ha gobernado el país desde hace décadas”, afirma la abogada.
Este miércoles 4 de agosto se prevén grandes protestas por parte de ciudadanos frustrados por la falta de rendición de cuentas.