¿Por qué las personas con obesidad no reciben la atención médica que necesitan?
Para la medicina, la obesidad es la causa de todos los males clínicos: la artritis, el cáncer, la diabetes, la hipertensión, el asma, y otra larga lista de patologías. Pero paradójicamente, es la enfermedad crónica con menos tratamientos médicos disponibles hasta la fecha.
Cuando una persona acude a consulta por un caso de sobrepeso u obesidad mórbida, espera que los médicos le prescriban algún fármaco o terapia para poder reducir la acumulación de grasa. Sin embargo, lo único que reciben por parte de su médico es un sermón y un plan nutricional para que bajen de peso por su cuenta.
¿Por qué?, pues porque la obesidad sigue siendo un tabú para quienes ofrecen atención médica.
La obesidad es una “elección personal” para la medicina
Dos estudios paralelos realizados por la Universidad de Michigan alertaron que también existe un estigma social hacia las personas obesas que asisten a consulta médica. Los médicos piensan erróneamente que la obesidad es un estilo de vida poco saludable que cada persona elige dependiendo de sus gustos alimenticios. Por tanto, suelen brindarles únicamente atención primaria. Es decir, consejos para mejorar su dieta y prevenir la aparición de otras enfermedades metabólicas.
Si bien se ha demostrado que algunas personas jóvenes pueden controlar su sobrepeso con simples cambios en el estilo de vida, no todos pueden quemar grasa con una dieta y 30 minutos de cardio.
En muchos casos, las personas con obesidad necesitan medicamentos, terapias clínicas o cirugía que le permitan volver a tomar las riendas de su cuerpo. Así que, desde todo punto de vista, tratar la obesidad como una enfermedad de atención primaria puede ser peligroso a largo plazo. Esto debido a que quizás en una próxima consulta el paciente tenga, además de obesidad, diabetes y problemas hormonales asociados que fueron evolucionando a la par.
Por tal motivo es que estos estudios sugieren que las clínicas y los médicos dejen atrás sus prejuicios sobre la obesidad, y mejoren la atención médica. Bien sea, brindando tratamientos farmacológicos con la atención primaria, o pasando directamente a una atención secundaria. Básicamente, aquella que se utiliza para tratar enfermedades como el cáncer o el alzheimer, e impedir su expansión dentro del cuerpo.
Sin embargo, no es fácil eliminar los sesgos cognitivos. Y mucho menos, cuando estos son compartidos por otros componentes de la industria médica.
Los seguros médicos tampoco piensan en las personas obesas
Además de enfrentar los prejuicios del médico tratante, las personas obesas deben ingeniárselas para cubrir todos sus gastos, pues los seguros médicos no cubren tratamientos para la obesidad.
En su mayoría, estas empresas rechazan los fármacos aprobados por la FDA para tratar el sobrepeso, que han demostrado ayudar a quemar el 15% de la grasa corporal. Mucho más que el 5% que se logra con las dietas y el ejercicio intenso. Así como las cirugías estomacales que permiten que muchos pacientes con obesidad mórbida puedan volver a moverse sin la necesidad de atención médica.
Lo que significa que estas terapias, las únicas para la obesidad actualmente, quedan fuera del alcance de muchas personas. Especialmente de aquellas con bajos ingresos, que solo pueden pagar una consulta médica.
Cambiar la atención médica es la única manera de curar la obesidad
En este sentido, los pacientes con obesidad tienen un largo camino por delante. Los investigadores de la Universidad de Michigan están seguros que estos sesgos hacia la obesidad pueden romperse, al igual que ha ocurrido en la industria de la moda y en los medios de comunicación. Pero eso no significa que sea fácil hacerlo.
Para poder brindarles a las personas obesas la atención médica que merecen es necesario reformar la atención médica moderna. Lo que implica:
- Impulsar la formación profesional de médicos en el campo de la obesidad, para que puedan brindar un tratamiento personalizado a estos pacientes.
- Desarrollar un plan de tratamiento para la obesidad que sirva de estándar en los sistemas de salud.
- Y reducir el precio de los fármacos para la obesidad, de tal manera que estén al alcance de todos.
Tres aspectos difíciles de tratar actualmente, debido a la crisis económica que ha generado la pandemia de Covid-19. Así que, todo parece indicar que la obesidad seguirá siendo una enfermedad tabú para los médicos, mientras conserve su mala reputación en la sociedad.