Las ratas pueden hacer introspección para mejorar su tiempo de reacción, tal y como lo hacen los seres humanos

Una de las mejores cualidades que ha desarrollado nuestro cerebro a lo largo de los años es la capacidad de “hacer introspección”. Básicamente, la habilidad de poder observar nuestras acciones y evaluar nuestro desempeño para hacerlo mejor una próxima vez. 

Hasta hace poco se creía que esta habilidad era exclusiva de la especie humana, debido a que es necesario una gran cantidad de energía y masa encefálica para poder llevarla a cabo. Pero una nueva investigación acaba de demostrar que la introspección no es cuestión de tamaños, ya que hasta las ratas pueden hacerlo.

Demostrando que la introspección también es cosa de ratas

Para probarlo, los científicos de la Universidad de París y el Instituto de Psicología de Polonia llevaron a cabo un ensayo conductual con 111 ratas de laboratorio no entrenadas, a las que se les enseñó a presionar una palanca durante al menos 3,2 segundos. 

Las ratas que alcanzaban los 3,2 segundos, recibían como recompensa comida fresca en el comedero izquierdo. Mientras que las que fallaban recibían otro tipo de comida en el lado derecho de la jaula, o simplemente no recibían una recompensa. 

Con el tiempo, las ratas aprendieron que la ubicación de la recompensa dependía de su precisión, y terminaron por ajustar su tiempo para obtener la comida que querían.

“Durante cada prueba, las ratas evaluaron la precisión con la que habían llevado a cabo la tarea solicitada y fueron capaces de participar en el control de errores, esto es un ejemplo caro de introspección”.

Mostafa Safaie, bioingeniero en la Universidad de Marsella  

¿Solo las ratas y los humanos son conscientes de sus acciones?

Este tipo de capacidad de adaptarse a los eventos y corregir los errores es fundamental para la supervivencia, pero curiosamente, casi ningún animal la posee a parte de nosotros y las ratas. En consecuencia, los animales salvajes deben valerse de otros métodos de protección para detectar a sus depredadores y obtener alimentos, como el trabajo cooperativo, las madrigueras o su propio olfato. 

Los investigadores creen que esta carencia de autoevaluación es lo que ha permitido la biodiversidad en el planeta, ya que si todos los animales fueran capaces de mejorar su comportamiento y volverse más precisos, sería imposible capturarlos. Por tanto, no habría cadena alimenticia ni conceptos como “depredador” y “presa”.

Sin embargo, esto no explica cómo las ratas sí son capaces de hacer introspección y autogestionar sus acciones… ¿Qué las hace tan especiales?

La introspección puede obtenerse con entrenamiento

Aunque no están del todo seguros, los investigadores creen que la introspección está fuertemente relacionada a la rutina. Esto debido a que la repetición de un mismo movimiento favorece la sincronización de los músculos y de la mente, lo que se traduce en un mayor control de sus actos y pensamientos.

“Es posible que los animales puedan obtener una mejor consciencia de sus acciones y su tiempo interno cuando su entorno es propicio para el uso de rutinas motoras. Debido a que no dependen de la memoria finita para coordinarse”.

Stefania Sarno, neurocientífica en la Universidad de Bologna 

Si se demuestra que tal asociación es cierta, entonces tendría sentido que las ratas sean los únicos animales, además de los seres humanos, capaces de hacer introspección; ya que en el experimento, se forzó a las ratas a elegir una palanca cada 30 minutos, generando en sus mentes una rutina motora inconsciente. 

Quizás en un futuro esta investigación en ratas podría ayudarnos a entrenar a otras especies, como perros o gatos, para que desarrollen la instrospección. Incluso podría profundizar el concepto que tenemos hasta el momento de autoconciencia. Pero de momento, para lo que ha servido este hallazgo es para recordarnos una vez más que los humanos no somos únicos en absoluto.