Las trompas de falopio pueden alertar del cáncer de ovario mucho antes de que se propague
Junto al cáncer de mama, el cáncer de ovario es una de las principales causas de muerte en las mujeres, con cerca de 250 mil casos al año. Curiosamente, es también uno de los tipos de cáncer más fáciles de curar. Eso sí, si logra detectarse en sus primeras etapas, antes de que la enfermedad se propague.
Hasta hace poco, se creía que la única manera de detectar a tiempo este tipo de cáncer era cotejando los antecedentes familiares o realizando ultrasonidos vaginales. Pero un nuevo estudio realizado por el Centro de Investigación del Cáncer de Ovario (OCRC) de Penn Medicine sugiere que puede detectarse mucho antes, prestando atención a las trompas de Falopio que conectan al útero con los ovarios.
Las trompas de falopio son el primer lugar en el que buscar respuestas
Es lógico pensar que el cáncer de ovario se desarrolla, como su nombre lo indica, en los ovarios. Sin embargo, el equipo del OCRC comprobó que esta presunción médica era incorrecta luego de quince años tratando a mujeres con cáncer de ovario.
Al parecer el carcinoma seroso de alto grado (HGSC), que causa el cáncer de ovario, a menudo comienza en las trompas de Falopio, como una suerte de “protuberancias” muy pequeñas. Dado su tamaño, estas células precancerosas suelen confundirse con quistes o lesiones comunes en la mujer, por lo que no son tratadas durante las consultas ginecológicas.
En consecuencia, los carcinomas pasan de las trompas de Falopio a los ovarios, en donde pueden formar rápidamente tumores malignos, e inclusive propagarse al útero para iniciar la metástasis.
Tratando el cáncer de ovario desde el principio
Con estos datos, los científicos han logrado desarrollar varios modelos de prevención para las mujeres, basándose en el ADN, el ARN y las proteínas encontradas alrededor de las trompas de Falopio.
El más importante de todos es la creación de nuevos biomarcadores que reaccionan a la composición química de estos carcinomas, y permiten que estos sean detectados a través de una simple analítica de sangre o una prueba Papanicolaou. Es decir, un análisis genético en el que se extraen células de la trompas de Falopio y se analizan para ver si son cancerosas o no.
Ambos biomarcadores reaccionan a los genes BRCA, dos pares genéticos que desempeñan un papel inmunológico fundamental en la reparación de las proteínas dañadas por el cáncer. Básicamente, cuando estos genes BRCA1 y BRCA2 tienen errores en las trompas de Falopio, el biomarcador reacciona y marca a la mujer como “potencial paciente con cáncer de ovario”.
Este “positivo” no necesariamente significa que la mujer haya desarrollado ya cáncer de ovario, sino que es propensa a sufrirlo. Lo que ayuda a que estas mujeres estén más alertas a los cambios físicos que experimenta su cuerpo y puedan ser tratadas con mayor seguridad.
“Nadie puede predecir exactamente si una persona desarrollará cáncer o no. Pero tener un marcador que indique que existe un riesgo significa que se pueden elegir diferentes tipos de vigilancia o prevención para disminuir sus posibilidades de desarrollar y morir de cáncer”.
Susan Domchek, MD, directora ejecutiva del Centro Basser para BRCA
¿Por qué este hallazgo sobre las trompas de Falopio es importante?
La detección temprana de cualquier tipo de cáncer es clave para la supervivencia del paciente. Principalmente porque asegura más opciones de tratamiento seguro.
El estudio de la OCRC sobre las trompas de Falopio afirma que, con este método, más del 90% de las mujeres con cáncer de ovario podrían curarse en cuestión de meses. Esto debido a que solo requerirían de una cirugía de extirpación para quitar los quistes precancerosos. Lo que implica que no tendrían que soportar con incertidumbre intensas quimioterapias ni hospitalizaciones prolongadas.
Sin embargo, estos reactivos todavía están en fase de ensayo clínico en el OCRC. Por tanto, harán falta un par de meses más para comprobar si estos biomarcadores para las trompas de Falopio pueden distribuirse junto con otros tratamientos para el cáncer de ovario.