Liz Truss tira la toalla y se convierte en la primera ministra británica más efímera de la historia
RFI
Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, declaró Truss, que se convirtió en el jefe del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo, apenas seis meses. Los conservadores organizan un nuevo proceso de votación interna de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante. Los opositores laboristas piden elecciones inmediatas ante este “nuevo descalabro” de los tories.
La permanencia de la conservadora Liz Truss como jefa del ejecutivo se había vuelto insostenible en los últimos días y dentro de su propio partido se habían multiplicado los llamamientos para que dimitiera. Todo empezó con la presentación en septiembre de un paquete de medidas económicas que preveía, entre otros, recortes de impuestos y apoyo a las facturas de energía. Todo esto sin un plan de financiación, lo que encendió todas las alertas sobre cómo quedarían las cuentas públicas.
Con este programa, Truss provocó un tsunami político y financiero en Londres. La libra cayó a su nivel más bajo histórico, los rendimientos de los bonos de Estado a largo plazo se habían disparado y el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para impedir que la situación no degenerara en una crisis financiera.
Incluso el Fondo Monetario Internacional criticó el programa , algo inusual para esta institución que no se caracteriza justamente por criticar políticas liberales.
Truss cambió a su titular de Finanzas, su íntimo amigo Kwasi Kwarteng, el mismo que había presentado las controvertidas medidas. El nuevo ministro Jeremy Hunt anuló el lunes prácticamente todos los recortes de los impuestos presentados por Kwarteng. Pero este cambio no ha sido suficiente. Truss había perdido toda credibilidad.
En su alocución de renuncia, Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
El Partido conservador se enfrenta ahora al reto de conseguir a un líder que pueda federar al partido y tenga las espaldas para poder diseñar un programa para gestionar la situación económica tan tocada por la inflación, que ya supera el 10%.
Desde la oposición se piden elecciones anticipadas para zanjar la crisis política. “Los tories [conservadores] no pueden responder a su último descalabro simplemente chasqueando los dedos y modificando a los de arriba sin el consentimiento del pueblo británico. Necesitamos unas elecciones generales (…) ahora”, dijo Keir Starmer, líder de la oposición laborista.