LOS PÁJARONEGACIONISTAS: LA TEORÍA DE CONSPIRACIÓN QUE ASEGURA QUE LAS AVES SON FALSAS Y SE TRATA DE DRONES PARA VIGILARNOS
Bajo el entendido de que las aves son drones controlados por el gobierno de Estados Unidos, los ‘pájaronegacionistas’ acusan al Estado de mentir.
En el mundo existen 50 mil millones de aves. De acuerdo con un estudio reciente, esta población correspondería a 6 pájaros por persona en el planeta. A pesar de ello, existen quienes reniegan férreamente que estos animales no existen en lo absoluto. Así piensan los pájaronegacionistas: afiliados una teoría de la conspiración que se niega a voltear a ver el cielo.
Mentiras biológicas
No importan los milenios de historia natural porque, a sus ojos, todo bien podría ser una calumnia escrita por algún agente de altísima inteligencia. Para ellos, la evidencia científica es francamente un invento del Estado. En este entendido, el canto de las aves con los primeros roces del alba proviene de grabaciones falsas, generadas en un laboratorio para engañar a la gente. Bajo razonamientos similares funciona la mente de los pájaronegacionistas en un mundo sin aves.
Algunos de los grupos más radicales responden al nombre de ‘los pájaros no son reales’. Así como suena, tienen la certeza absoluta de que estos animales no existen. Bajo este razonamiento, se manifiestan abiertamente en Estados Unidos para impedir que el gobierno continúe con sus mentiras biológicas. Ellos piensan que los organismos que extienden sus alas en el cielo son drones programados.
Los menos comprometidos creen que las aves alguna vez existieron. Sin embargo, el calentamiento global acabó con todas y cada una de ellas, y ahora el gobierno estadounidense las reemplazó con drones para espira a la población sin que nadie se cuenta. Según este grupo de conspiracionistas, todo comenzó en octubre de 2001.
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Los pájaronegacionistas aseguran que fue Barack Obama quien advirtió originalmente sobre este proyecto del Estado. Las aves robot serían utilizadas para monitorear a la población desde el 26 de octubre de 2001. Así lo publicó recientemente @BirdsArentReal, desde su cuenta oficial de Instagram, acompañado de evidencia tangible:
“El día en que el Congreso aprobó la engañosa y perversa Ley Patriota. No puedo ver estos horribles videos en público, tiemblo incontrolablemente de rabia. Lloro. No puedo quedarme callado”.
Ellos están seguros de que el último pájaro murió en 2001, en manos de los sistemas de inteligencia de Estados Unidos. Después de esto, el Estado lanzó versiones beta de los primeros prototipos de drones, como se muestra en los videos publicados. A pesar de que ellos juran que ésta es la versión más fidedigna y comprobable de la historia nacional, nada de esto es cierto.
En ese mismo posteo, la persona que gestiona la página dice puntualmente que no le importa que lo consideren ‘mal informado, estúpido o poco educado‘: “Sólo porque no fui a la ‘escuela secundaria’ no significa que sea menos inteligente. Simplemente no me han lavado el cerebro e institucionalizado como todos ustedes. Sé que estoy #WOKE y un día todos lo verán”, sentencia el usuario.
A pesar del absurdo de la teoría y de que la mayoría de seguidores de este movimiento utilizan al grupo como una burla a las teorías de la conspiración, algunos afiliados a ella organizan reuniones, manifestaciones y ruedas de prensa para difundir su creencia conspiracionista con toda seriedad. Las cuentas en redes sociales cada día tienen más seguidores, y a los ‘mítines’ atiende una masa cada vez más nutrida de convencidos de que los pájaros no existen.