México: ¿Ejemplo para el mundo en la lucha contra la pandemia?
Por Radio Francia Internacional
Las declaraciones del presidente mexicano asegurando que su país está dando una lucha ejemplar en el combate contra COVID-19 ha despertado protestas por parte de trabajadores de sector de la Salud. Lo cierto es que en algunas regiones la población ni siquiera puede acceder a agua corriente para lavarse las manos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador transmitió por televisión en un mensaje optimista: “México tiene muchas fortalezas como la familia, que tiene un pueblo ejemplar que está dando una lección al mundo y que se combate la pandemia de manera profesional con mucha responsabilidad”.
Las declaraciones del mandatario fueron mal recibidas por el personal médico que en los últimos días ha protestado abiertamente por las carencias de equipo médico y por las malas condiciones en que se han visto obligados a laborar. Para poder atender a los pacientes, doctores y enfermeras han tenido que comprar con su dinero lo más elemental.
El Subsecretario de Salud Hugo López-Galtell, desde que el coronavirus llegó a México, ha hecho todo lo que está a su alcance para frenar los contagios. Las campañas de información en los medios masivos de comunicación son permanentes. Se le pide a la población que se lave las manos cada media hora, que si estornuda lo haga en la parte interna del codo y lo más importante, que guarde la cuarentena, que se quede en su casa. Y que, si tiene que salir de compras o a trámites, guarde la sana distancia de dos metros con cualquier persona.
Lo doloroso es que parte de la población no toma en serio ni al coronavirus ni a López -Gatell. Los fines de semana hay aglomeraciones en ferias y mercados. Incluso hay quien afirma que el coronavirus es un mito y no hay razón para cuidarse. “Si he sobrevivido a los tacos de Harry el Sucio, con el virus no me va a pasar nada”, dicen los memes en tono burlón.
En estos días, López Gatell anunciará la Fase Tres de la pandemia en México. Esto significa que se alcanzará el pico en contagios y muertes; el funcionario desde hace días advirtió “que ya será demasiado tarde para frenar los contagios”.
En la Ciudad de México se acondicionaron hospitales y clínicas, incluso privadas, para recibir a los enfermos graves y se está contratando a más personal médico para enfrentar el coletazo más duro del Covid-19 que está por llegar. A pesar de las advertencias en buena parte del país, la gente lleva su día a día como si no pasara nada. Algunos lo hacen por falta de información, otros porque la precariedad económica, a sus ojos, es mayor que el peligro de enfermarse.
La cuarentena imposible
Memo, un albañil que vive en el Estado de México a 60 kilómetros de la capital, dijo en entrevista a RFI que nadie en su pueblo ha guardado la cuarentena; es imposible. Todos tienen que salir a trabajar.
Según el periódico El Financiero, Los Reyes La Paz, el municipio donde vive Memo, es una bomba de tiempo, no solo por la falta de servicios de salud, sino porque faltan los servicios básicos como el agua. ¿Cómo pedirle a la gente que se lave las manos cada media hora si no tiene agua?
Quien escribe estas líneas le preguntó a Memo si sabe qué hacer en caso de que algún miembro de la familia se enferme y su respuesta es negativa; él vive en una zona rural y el hospital más cercano queda a veinte minutos en coche; nuestro entrevistado está consciente del peligro de contagiar a su familia, pero la situación lo obliga cada día a salir a trabajar.
La periodista chiapaneca Ángeles Mariscal dio a conocer el 14 de abril, la noticia de un indígena del municipio de Ocosingo, Chiapas, a la puerta de la Selva Lacandona, que, al saberse enfermo a causa del coronavirus, se suicidó colgándose de un árbol. El hombre vivía en una región donde las clínicas y hospitales brillan por su ausencia. Las autoridades municipales se negaron a descolgar el cuerpo por miedo al contagio, así que buscaron a los familiares del occiso para que recogieran el cuerpo, sin embargo, ellos ya están enfermos por el Covid-19. Este es un botón de muestra de las carencias y desigualdades que el virus está exhibiendo con más nitidez.