Nueva Orleans intenta volver a la normalidad tras el costoso azote de Ida
Por RFI
En Luisiana, más de 1 millón de hogares siguen sin electricidad en Nueva Orleans tras el paso del huracán Ida. El balance es de 4 muertos, mucho menos que el huracán Katrina en 2005, y ello gracias a inversiones en sistemas anti inundaciones. Sin embargo, según la ONU, Ida podría ser el desastre meteorológico más costoso de la historia con grandes daños a la red eléctrica.
Casas destruidas, árboles caídos y calles inundadas, es el panorama desolador que dejó el huracán de categoría 4 Ida que impactó Nueva Orleans. La ciudad permanece a oscuras desde el domingo y los habitantes como Ana García que reside en Jefferson Parish, a 4 km de New Orleans, viven horas complicadas.
“Hay muchos árboles caídos alrededor, no tenemos electricidad, no tuvimos agua por un día. Gracias a Dios, en nuestra casa no pasó nada, pero otros no fueron tan afortunados en nuestro barrio. Se cayeron árboles encima de casas, se salieron techos…”, relata.
“Un amigo de mi esposo manejó ayer cerca de seis horas para traer un generador, que nos sirve para cosas como cargar celulares. El verdadero inconveniente es el calor, pero con el generador, con unos ventiladores y abanicos uno ya está bien. Vamos a quedarnos y ver si podemos ayudar a la comunidad”, explica.
La red eléctrica será restaurada en prioridad para los hospitales, que luchan contra la epidemia de Covid, así como para los sistemas de drenaje y tratamiento de aguas. En tanto que podría demorar varios días más para la población en general. Ana María, otra habitante de la periferia de Nueva Orleans contactada por RFI, optó por huir de su casa, traumada por el recuerdo del huracán Katrina de 2005.
“Tomamos la decisión porque tuvimos aquella experiencia con Katrina y sabíamos que un huracán de categoría 3 y 4 sería muy devastador. De nuestra casa sabemos que está bien, pero tenemos muchos familiares que han sido afectados por se les ha llevado el techo -se puede ver el cielo desde la casa-, y la lluvia obviamente entró e hizo que colapsara el cielo raso de las casas. Es la historia de miles de personas en Luisiana en este momento”, resume.
“Estamos esperando que se restablezca mejor el sistema de agua y alcantarillado para regresar lo más pronto posible para hacer una evaluación de los daños y saber qué es lo que está sucediendo, que es la incertidumbre de muchas de las personas que salieron de sus casas”, agrega Ana María.
El presidente Joe Biden visitará el viernes el estado de Luisiana para evaluar los daños causados por el huracán. Mientras tanto, 1.600 rescatistas fueron desplegados, así como 5.200 miembros del ejército.