Partículas tóxicas presentes en el aire pueden dañar al cerebro
Recientemente, unos científicos descubrieron que las partículas tóxicas en el aire afectan al cerebro. En investigaciones previas también se había comprobado que el aire contaminado afecta al corazón y a los pulmones.
Los investigadores, además, ya saben cómo hacen esas partículas finas para dañar al cerebro. Lo comprobaron mediante experimentos en ratones.
El equipo de investigación probó en los roedores cómo las partículas ultrafinas ingresan a los pulmones, para luego filtrarse al torrente sanguíneo hasta llegar al cerebro.
Los científicos encontraron que esas toxinas pueden impregnarse en el tejido neurológico, dificultando que el sistema inmunológico las elimine. Es más, también comprobaron que esas partículas tóxicas permanecieron por mucho más tiempo en el cerebro de los ratones que en el resto del cuerpo.
Pero, lo que queda por averiguar es si puede suceder lo mismo en los humanos.
¿Cómo las partículas tóxicas dañan al cerebro?
Los hallazgos sugieren que si las partículas son lo suficientemente pequeñas, pueden atravesar la barrera hematoencefálica. Esta barrera impide que los agentes dañinos en la sangre lleguen al sistema nervioso.
En investigaciones anteriores se pudo saber que, cuando esta barrera falla, puede producirse daño cognitivo. Lo que se comprobó en el estudio actual es que los contaminantes del aire se filtran a escondidas para llegar al cerebro.
Antes, los científicos pensaban que las partículas tóxicas del aire llegaban al cerebro por medio de la nariz o las células nerviosas del intestino. Descubrir que las finas partículas en realidad atraviesan esa barrera protectora fue algo que los investigadores no esperaban.
El hallazgo es importante para comprender el vínculo entre la inhalación de partículas y cómo se mueven posteriormente por el cuerpo.
Experimento en ratones
Luego de varias investigaciones, hoy se sabe que la contaminación del aire está relacionada con la neuroinflamación y el deterioro cognitivo. El daño tiene similitudes a la enfermedad de Alzheimer.
Con el análisis del líquido cefalorraquídeo de 25 personas expuestas a la contaminación atmosférica crónica, investigadores encontraron que el aire tóxico está dañando ese líquido. Para investigar un poco más a fondo, los científicos recurrieron a ratones.
El equipo de investigadores inyectó toxinas del aire en los pulmones de los roedores. Luego los autores comprobaron que esas toxinas llegaron al cerebro de los ratones a través de la sangre. Todo indica que las partículas diminutas pudieron atravesar la barrera hematoencefálica.
Mientras tanto, los ratones que no estuvieron expuestos a los contaminantes del aire no mostraron evidencia de las toxinas en su tejido cerebral.
En los ratones contaminados con toxinas, estas demoraron un día en disminuir sus niveles en casi todos los órganos del cuerpo. Sin embargo, no sucedió lo mismo con el cerebro que las excretó más lentamente.
Aunque todavía se necesitan más investigaciones para probar el daño que las partículas tóxicas pueden causar a nuestros cerebros, esta investigación hace suponer que el riesgo podría ser muy alto.