¿Perdemos nuestro filtro al hablar a medida que envejecemos?

La vejez es la etapa de la sabiduría, pero a veces esa sabiduría puede sentar muy mal a otras personas. En particular cuando nuestra abuela nos dice que no le gusta nuestra ropa o que cocinamos muy mal, sin pensar en nuestros sentimientos.

Generalmente esta clase de comentarios inapropiados y hasta desagradables son filtrados primero por nuestro cerebro, para evitar herir a nuestros amigos o seres querido. Pero las personas mayores parecen tener ese “filtro” natural algo oxidado, o directamente lo han perdido. La pregunta es… ¿Por qué?

 
 

¿Somos más honestos cuando envejecemos?

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Vía Pixabay

A medida que envejecemos, nuestros cerebros comienzan a encogerse, especialmente los lóbulos prefrontales que actúan de “regulador” durante las interacciones sociales. Esta atrofia natural del cerebro se extiende a las neuronas, ocasionando que estas reduzcan la eficiencia de sus impulsos cerebrales. 

En consecuencia, las personas mayores pierden todo filtro al momento de hablar, y pueden decir cualquier cantidad de comentarios hirientes sin que ellos sientan que están siendo ofensivos. 

“La cognición social que les permite regular las situaciones socialmente incómodas desaparece en lo más profundo de sus cerebros, y lo único que queda es utilizar la honestidad para comunicarse”.

Hannah Keage, profesora de psicología en la Universidad de Australia

De hecho, muchos estudios han revelado que es más común que los adultos mayores digan comentarios vergonzosos y carentes de tacto, a que utilicen el sarcasmo. Esto debido a que, para poder ser irónicos, es necesario primero saber que aquello se dice y hace es socialmente inapropiado, algo que no son capaces de distinguir las personas adultas.

Un problema del filtro cerebral o algo más

Aunque existen estudios que demuestran el vínculo entre la vejez y la pérdida de nuestro filtro para hablar “diplomáticamente”, la atrofia cerebral no es la única causa de esta honestidad repentina. 

Podría ser simplemente que los adultos mayores ya no necesitan aparentar que son políticamente correctos; y prefieren mejor dedicar sus últimos años de vida a expresar lo que realmente piensan de los demás.

 

Los estereotipos sociales no existen para los adultos mayores, por lo que experimentan menos ciertas emociones como la vergüenza o la culpa, que nosotros si sufrimos. Esto les permite disfrutar mucho más de la vida, de sus cuerpos y de sus charlas.  

El lado oscuro de perder los filtros socialmente correctos

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Vía Pixabay

En algunos casos raros, perder el “filtro” al hablar y soltar un comentario sin pensar no es necesariamente algo por lo que alarmarse. Sin embargo, debemos estar atentos a cómo se presentan estas oleadas de honestidad.

Las personas con demencia frontotemporal también presentan problemas al momento de controlar su “filtro”. Solo que, en su caso, el problema no es ocasionado por la vejez, sino por una lesión o un derrame cerebral.

Por ello, si observamos otros síntomas como rigidez, pérdida de empatía, apatía o cambios de carácter, que acompañan a estos comentarios inapropiados, deberíamos actuar de inmediato y pedir un chequeo médico.

En cambio, si no se presentan ninguno de estos síntomas, simplemente tomemos las pérdidas de filtro ocasionales de nuestros abuelos como oportunidades para hablar con ellos y conocer más de su vida y de la nuestra.

A fin de cuentas, ellos posiblemente no están intentando herirnos con sus comentarios, solo quieren hacernos ver qué cosas hacemos bien y qué cosas necesitamos mejorar.

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