¿ES POSIBLE APRENDER CON TV Y CLASES EN LÍNEA? ASÍ SERÁ EL MODELO DE REGRESO A CLASES EN MÉXICO
El ciclo escolar 2020-21 en México dará inicio el 24 de agosto bajo un modelo de educación a distancia basado en clases en línea y a través de televisión abierta.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer la firma de un acuerdo con las cuatro principales televisoras del país para que a través de su programación, transmitan contenidos desarrollados por el gobierno que estarán presentes las 24 horas del día los siete días a la semana en televisión abierta.
El regreso a clases de 30 millones de estudiantes de educación básica (preescolar, primaria, secundaria) y media superior tendrá validez oficial. Mientras tanto, las instituciones de educación superior decidirán a partir de su autonomía los tiempos y modalidades que mejor les convengan para el regreso a clases.
Además de las clases en línea y a través de televisión abierta, el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, especificó que también habrá programas de radio, libros de texto gratuitos, cuadernillos de trabajo y programas de atención especial, esto en un país donde sólo el 56.4 % de los hogares cuentan con conexión a internet.
EMOCIONAR PARA APRENDER: ¿QUÉ NECESITA UNA CLASE EN LÍNEA PARA SER EFECTIVA?
Desde que se suspendieron las clases presenciales, las sesiones en línea cobraron especial relevancia y las videoconferencias se convirtieron en la herramienta principal para ello; sin embargo, para que una clase a distancia sea efectiva es necesario superar distintos obstáculos, además de la brecha de los requerimientos técnicos (una computadora con conexión a Internet).
La idea que rige la duración de las clases en todo el mundo se basa en un modelo clásico que considera que la capacidad de atención se mantiene intacta durante largos periodos de tiempo. De ahí que la mayoría de sesiones en universidades duren entre 50 minutos y una hora.
Y aunque no existe un estudio concluyente que determine cuánto tiempo se puede mantener la capacidad de atención (hace algunos años la norma aseguraba que el periodo máximo para prestar atención era de 15 minutos), lo cierto es que las investigaciones más recientes en neurociencia empujan hacia una nueva realidad al respecto: el cerebro debe emocionarse para aprender.
Esta idea parte del descubrimiento de que el aprendizaje en el cerebro es un mecanismo complejo que no sólo incluye a la memoria, la atención y los apuntes, sino que está íntimamente relacionado con las emociones y la curiosidad como auténticos vínculos al momento de procesar y evaluar información.
Provocar estas emociones resulta más difícil cuando está ausente el factor presencial. La psicología del aprendizaje apunta a que para crear una experiencia educativa completa, son necesarios distintos tipos de interacciones que suelen ocurrir en el aula; sin embargo, son cada vez más los estudios sobre la educación en línea y las experiencias dirigidas a los docentes con técnicas que ayuden a subsanar la ausencia de estas interacciones.
Durante los próximos días se darán a conocer más detalles sobre el modelo de educación a distancia que se implementará desde el gobierno federal.