Presidente de Costa Rica: ‘La vacuna sólo servirá cuando se despliegue en todo el mundo’

Por : Orlando Torricelli/RFI

El presidente costarricense, Carlos Alvarado, participó esta semana por Internet en el Foro América Latina y el Caribe, organizado conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el gobierno francés y la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico). Una ocasión para repasar con el mandatario la crisis sanitaria y económica actual por el coronavirus, la campaña de vacunación, el futuro ingreso de Costa Rica en la OCDE y las controvertidas negociaciones con el FMI que provocaron una ola de protestas en el país.

RFI: ¿Cuál es el balance que hace de este foro cuyo principal eje era repensar el contrato social en tiempos de Covid-19 ?

Necesitamos las mejores prácticas y el apoyo, pero también levantar la voz de las necesidades de América Latina y el Caribe y de los países emergentes. Creo que los países de la OCDE tienen que tener también visibilidad de las afectaciones, no sólo sanitarias sino también sociales y económicas que va a producir la pandemia. Si queremos una solución global y multilateral tienen que conocer nuestras consecuencias. América Latina es la región del mundo en la que se está viendo de manera más severa el impacto de la covid-19, tanto en lo sanitario, lo económico y lo social.

Costa Rica ha sido invitada a formar parte de la OCDE pero ¿cree que el impacto de la covid-19 podría comprometer este ingreso ?

De ninguna forma. El ingreso es algo que ya está consolidado y está en su última etapa, la consulta de constitucionalidad, que es una consulta que se hace para este tipo de convenios. Y esperamos que para el primer trimestre del 2021, todo el proceso formal esté finiquitado.

La OCDE ha manifestado preocupación por algunos temas como el déficit fiscal y les ha hecho recomendaciones como bajar la informalidad laboral, reducir contribuciones para trabajadores de bajos ingresos. ¿Son tareas pendientes ?

Tenemos tareas pendientes en la consolidación fiscal del país, como ocurre en muchos otros países del mundo emergente. Hay que entender que la Covid-19 también ha tenido un impacto que le ha reducido los márgenes fiscales a todos los países y a diferencia de lo que Europa ha podido consolidar o los Estados Unidos o China, el mundo emergente no tiene la capacidad ni de emitir divisas ni de recibir paquetes de ayuda para enfrentar grandes dificultades. Nosotros lo estamos haciendo con la mayor responsabilidad pero también estamos apelando a que el mundo desarrollado conozca lo que está pasando, y las secuelas en el mundo emergente, porque ciertamente se va a requerir una cooperación internacional para que haya una recuperación económica de todo el planeta. Así como la vacuna sólo servirá cuando se despliegue en todo el mundo, no va haber una plena recuperación del planeta si las sociedades emergentes no son parte de una solución económica.

Este martes, su gobierno aprobó el uso de la vacuna Pfizer. ¿Cuándo comenzarán las vacunaciones ?

Tenemos ya la aprobación para utilizar la vacuna de Pfizer-BioNtech y estamos a la espera de su llegada. Esperemos que sea pronto para iniciar el proceso de vacunación, primero con los especialistas y con todo el personal de la primera línea de atención en salud, como recomienda la parte técnica. Pero también tenemos convenios con el mecanismo Covax de vacunas y con el laboratorio AstraZeneca. Nuestra estrategia ha sido usar los diferentes mecanismos de vacunas que hay disponibles para así también tener más acceso, porque sabemos que la producción es una de las limitaciones. Entonces nuestra estrategia fue trabajar con varios socios para tener la mayor cantidad de vacunas lo antes posible para nuestra población.

La región centroamericana es probablemente una de las más vulnerables frente al cambio climático. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca abrirá seguramente una nueva secuencia más activa en este sentido. ¿Qué papel puede jugar su país en la región?

Nuestro papel, creo, ha sido el de liderar con el ejemplo. Nosotros sacamos nuestro plan de descarbonización en febrero de 2019, con una ruta clara de compromiso con los acuerdos de París y con una ruta de descarbonización de la economía para el año 2050. Y desde entonces hemos venido apoyando y empujando para que más países se comprometan. Y también llamando la atención sobre el hecho de que los efectos climáticos extremos tienen consecuencias muy severas en regiones como Centroamérica. Lo acabamos de ver con dos huracanes, el Yota y ETA, que golpearon a toda Centroamérica, particularmente a Nicaragua y Honduras, pero cuyos efectos se trasladaron desde Colombia hasta México. Y eso tiene que ver con los cambios derivados de la crisis climática. Entonces, por un lado llamamos la atención haciendo lo correcto, pero tenemos que incluir a los socios más grandes del mundo, los principales emisores, para que también sean parte de la solución. Creemos que Estados Unidos, reincorporándose en el Acuerdo de París como lo ha anunciado Biden, tiene que ser parte de esta solución global.

En Costa Rica existe actualmente un proyecto que busca legalizar el cannabis medicinal, como lo han hecho algunos vecinos. Pero creo que usted no comparte esta iniciativa…

Lo que tenemos es un proyecto para la legalización del cáñamo, para fines industriales y para distintos usos medicinales o de la producción agrícola. La discusión en materia del cannabis medicinal se está abriendo, máxime de las decisiones tomadas por otros países. Con lo que no estaríamos avanzando es con la marihuana, o la marihuana de uso recreativo, porque en nuestro país tenemos un problema profundo de tráfico de drogas. Y queremos proteger a nuestro país de esa situación. No obstante, creo que las prioridades del país son la consolidación y reactivación económica o la informalidad laboral. Pero la principal preocupación de nuestro país es el empleo.

Costa Rica está en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un préstamo, negociaciones que han despertado protestas, incluso la renuncia de una ministra. ¿En qué punto se encuentran estas negociaciones y cuáles serían las condiciones?

Las negociaciones con el FMI se iniciarían en enero, como lo hemos anunciado, y lo que se va a buscar es una ruta en la cual obtengamos para el 2023 un superávit primario, es decir, que tengamos más ingresos como Estado que egresos, porque en el pasado, por varias décadas, Costa Rica tuvo una trayectoria de deuda que no fue la más responsable y eso lo estamos viendo ahora más severo a partir de la Covid-19. Entonces, necesitamos una ruta que dé sostenibilidad a nuestras finanzas públicas y ese es el objetivo que se va a impulsar en la negociación con el Fondo.

Este mes usted acaba de firmar la celebración nacional del 1° de diciembre como día de la abolición del ejército. Fue una decisión, hace 72 años, del presidente José Figueres, quien decía ‘qué desperdicio de plata son los ejércitos, sobre todo en América Latina’. ¿Cree usted que esta reflexión sigue siendo de actualidad?

Absolutamente, si todo el dinero que usa el mundo para el armamento lo implementáramos para luchar contra el cambio climático, para reducir la exclusión, combatir la pobreza, para digitalizar y para educar a más personas, viviríamos en un mundo más próspero y menos violento, un mundo más feliz. Entonces, esa reflexión de hace 72 años desde Costa Rica, creemos que sigue manteniendo la misma vigencia, incluso más todavía hoy.

 

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