Retos y Realidades de la educación a distancia en la entidad
Por: Andrea Castañeda
La pandemia por coronavirus y el aislamiento social obligado, provocó que las escuelas en todos los niveles cerraran sus puertas, y con ello un nuevo plan de estudios llevado a la era digital.
El mes de Julio se cumplen 4 meses desde que la secretaría de educación decidió la suspensión de clases hasta fecha indefinida de todos los niveles educativos del país, y con ello las instituciones han tenido que enfrentar un desafío que siempre se creyó que experimentaríamos en muchas décadas más: la educación a distancia.
En el año 2018, Times Higher Education (THE), revista sobre temas de educación superior con sede en Londres, encuestó a 200 líderes de 45 universidades de todo el mundo, los resultados fueron claros: pocos veían la educación en línea como una realidad en el corto plazo.
Si bien el 63% creía que las casas de estudio más importantes tendrían cursos exclusivamente en línea para 2030, el año al que se proyectaba la publicación, sólo el 24% pensaba que estos superarían en interés a las tradicionales clases en el aula.
La crisis por el Covid-19 ha sacado de sus salas de clases a 1.500 millones de estudiantes en el mundo, según la Unesco. Esto ha obligado a los profesores y alumnos a adaptar sus clases pensadas originalmente para el aula al hogar a través de la tecnología, idea que para muchos resulta correcta y efectiva y para otros una situación mal abordada, lo cierto es que ninguna institución estaba preparada para este cambio tan brusco.
Escuchando a profesores, alumnos, queda la sensación de que a meses de educación a distancia no ha sido la mejor de las experiencias. Eso le pasó a Julieta R, profesora de Secundaria en la entidad, quien cuenta nunca dimensionó lo difíciles que iban a ser estas semanas de cuarentena. Dice que trabaja 24/7 porque muchos apoderados de su curso llegan después del horario laboral a hacer las actividades que les envía por WhatsApp a sus alumnos durante las mañanas.
“Mi jornada de trabajo se alarga enormemente: estoy respondiendo dudas desde las 8 de la mañana hasta la una de la tarde y después de las 5 de la tarde en adelante de nuevo. Prefiero las clases presenciales, además que para que las clases a distancia funcionen se debe hacer una planeación buena, y no solo enseñarnos a cómo usar las plataformas, si no también pedagogía en esta modalidad” reconoce Julieta.
Además de opiniones de profesores, los alumnos expresan su inconformidad por no llevar clases de calidad y no haber aprendido mucho durante el semestre pasado con las clases online, expresan que al sistema educativo mexicano aún le falta mucho para adaptar este modelo.
Las expectativas de regreso a clases en el mes de agosto-septiembre como se ha llegado a plantear no son muy altas y con ello existe una gran preocupación entre docentes, alumnos e instituciones de cómo seguirán llevando sus programas académicos y así no atrasar la educación.
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