[Retrospectiva 2020] Japón: escaso apoyo popular para celebrar los JJOO de Tokio
Con nuestro corresponsal en Tokyo, Gonzalo Robledo.
Según un sondeo de opinión de la cadena pública NHK, el 32% de los encuestados quiere que los Juegos de verano se cancelen por completo mientras que el 27% opina que deberían celebrarse según lo programado, a partir del 23 de julio del 2021.
Japón atraviesa la tercera oleada de infecciones, y el número de contagios supera al de países vecinos como China y Corea del Sur, y asciende a casi 182.000 enfermos y más de 2.600 fallecidos por la COVID 19.
La insuficiencia de personal médico en los hospitales regionales para atender a los pacientes obliga a frenar un programa oficial de promoción turística pensado para apoyar ese golpeado sector y hunde los índices de aprobación del gobierno del primer ministro Yoshihide Suga.
“Es un compromiso y algo simbólico muy importante, pero la cantidad de dinero extra que costará celebrar los Juegos Olímpicos me ha parecido exorbitante”, dice a RFI la intérprete de español japonés Rika Yoshida.
El costo adicional de posponer los Juegos de Tokio ha sido calculado en 2.800 millones de dólares si se incluyen las medidas para contener el posible contagio durante las competiciones. Los organizadores confían en que Tokio 2020 ayuden a levantar el ánimo del mundo.
“En estos momentos todos los habitantes del mundo entero caminamos por un túnel oscuro”, dice a RFI Tatsuo Ogura el portavoz del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio que trabaja bajo la premisa de que los Juegos se celebrarán a partir del 23 de julio de 2021.
Aunque Tokio ya tenía preparados estadios, villa olímpica, ceremonias e himnos, la pandemia genera interrogantes cada día.
“He escuchado que una atleta que ha dicho que no se va a vacunar porque es joven y quiere tener bebés en el futuro y mientras no sepa cuáles serían los efectos secundarios de la vacuna que no quiere arriesgarse a esa posibilidad”, dice Yoshida.
De no celebrarse el evento deportivo en 2021 sería la segunda anulación en Tokio después de los de 1940, cancelados por la Segunda Guerra Mundial, y eliminaría la esperanza de que los juegos sean el mejor emblema del triunfo de la humanidad sobre la pandemia.