REUNEN FRAGMENTOS DEL ‘LIBRO DE LOS MUERTOS’ EGIPCIO QUE ESTUVIERON PERDIDOS POR MILES DE AÑOS
El Libro de los Muertos del Antiguo Egipto incluye acertijos, hechizos y recomendaciones para lograr pasar todas las pruebas del otro mundo.
Pocas civilizaciones han tenido el desarrollo funerario de los egipcios. Pasaron dinastías y el enfoque de la vida en el Antiguo Egipto era el mismo. Tenían la certeza de que el paso por este plano de existencia era efímero, y lo que verdaderamente era importante era la vida al término de ésta. Como tal, pirámides, mitología, ritos y literatura fueron construidos en torno al motivo de la trascendencia después de la muerte. El libro de los muertos era el código de qué hacer una vez que se enfrentaran al Juicio de Osiris, para finalmente integrarse al Universo —o desaparecer en el intento.
Cuando el ave parta
Para los antiguos egipcios, el alma se manifestaba en dos esencias. La primera era el Ka, o ‘la fuerza vital‘. Como parte del principio universal, esta energía acompañaba a los seres humanos en su paso hasta alcanzar el Juicio de Osiris: la prueba final en la que los dioses determinaban si la persona había tenido un corazón puro en su paso por la Tierra. El viaje empezaba con la partida del espíritu de este mundo, simbolizada como un ave emprendiendo el vuelo.
Conocido como el ‘Libro de la emergencia a la luz’ o ‘Libro de la salida al día’, el Libro de los Muertos era una compilación de acertijos, hechizos y recomendaciones que se escribía en vida para lograr pasar todas las pruebas del otro mundo. Si el Ka de la persona lograba esquivar todos los obstáculos, finalmente llegaría a la corte de Osiris. Ahí, su corazón sería puesto en una balanza. El contrapeso sería Maat, la diosa en forma de pluma de la Justicia.
Si el corazón era más liviano que la diosa pluma, entonces podría conseguirse la trascendencia. De lo contrario, una bestia milenaria en forma de cocodrilo lo devoraría de un bocado. En ese momento, el Ka desaparecería para siempre. Estas inscripciones generalmente se grababan directamente sobre los sarcófagos de las personas. En algunos casos, sin embargo, quedaban inscritas en papiro.
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Fragmentos reconstruidos
Un equipo de arqueólogos del Getty Research Institute trabajó en la recuperación de fragmentos de un Libro de los Muertos con aproximadamente 2 mil 300 años de antigüedad. Digitalmente, se planteó la posibilidad de unir el entramado de hechizos con fragmentos de una envoltura de momia de lino, según la cobertura de Smithsonian Magazine.
Aunque originalmente se pensaba que eran piezas arqueológicas independientes, parece ser que la narrativa no sólo se complementa, sino que tiene continuidad en ambos escritos. Lo verdaderamente fascinante es que uno de los restos estaba en Canterbury, en el Reino Unido, mientras que otro se encontraba en Nueva Zelanda:
“Hay un pequeño espacio entre los dos fragmentos; sin embargo, la escena tiene sentido, el encantamiento tiene sentido y el texto lo hace perfecto ”, explica Alison Griffith, una académica de clásicos. “Es simplemente increíble juntar fragmentos de forma remota”.
Según los expertos, ambas piezas están escritas en una escritura hierática o cursiva. En los dos casos, se ven escenas de ofrendas, pirámides, suministros y sirvientes, que la persona necesitaría en el otro mundo. Con esta información, los arqueólogos determinaron que seguramente perteneció a alguien influyente, de nombre ‘Petosiris’.
Aunque no está claro cómo fue que se dividió en tantos fragmentos, parece ser que la Universidad de Queensland, en Australia, tiene la pieza que hace falta para completarlo. “La historia, como el sudario, se está reconstruyendo lentamente”, asegura Terri Elder, curadora del Teece Museum.