Qué significa “florecer” en la vida y cómo lograrlo a través de la terapia psicológica
A pesar de que el asesoramiento psicológico se ha popularizado en medio de la pandemia, muchas personas aún ven con recelo este tipo de terapias de “loqueros”. Principalmente porque creen que los terapeutas se sientan a ver cómo los pacientes se “miran el ombligo” y culpan a otros por sus problemas.
Sin embargo, la psicoterapia es mucho más que un acto narcisista. La mayoría de los terapeutas buscan genuinamente “hacer florecer a sus pacientes”,es decir, mejorar su calidad de vida y darles un propósito a través de las terapias psicológicas. Pero para eso, deben mantenerse siempre desarrollando nuevos enfoques terapéuticos, aunque algunos puedan parecer poco éticos.
Uno de los más recientes es la terapia de “doble factor” propuesta por el psicólogo Jesse Owen, que promete acabar con la ansiedad definitivamente.
Una terapia novedosa para “florecer” en la vida
En 1999, el psicólogo Martin Seligman desarrolló un campo de pensamiento que se enfocaba en estudiar las fortalezas y virtudes humanas para crear emociones positivas. Desde entonces, muchos pensadores han pensado en la manera de utilizar esta psicología positivista en sus terapias, para fomentar el bienestar; y parecen haberlo hallado en el “doble factor”.
Este enfoque terapéutico reconoce que los problemas de salud mental y el bienestar pueden ir de la mano. En otras palabras, que así como se regulan los aspectos negativos de la mente, como la depresión y la ansiedad, también deben regularse los aspectos positivos de la mente, como la curiosidad y la alegría, para promover el bienestar.
“El objetivo es regular los cambios emocionales que experimentan las personas en sus cerebros para cambiar su funcionamiento y promover “el florecimiento” de su conciencia”.
Jesse Owen, psicoterapeuta de la American Psychological Association
La terapia del doble factor está sustentada en la idea de que cada vez que experimentamos una emoción, ya sea buena o mala, nuestro cerebro entra en estado de alerta y nos hace más susceptibles a trastornos mentales. Por tanto, la mejor forma de corregir estos problemas y “florecer” es alterando los estados de ánimo con la terapia psicológica.
Mary Zanarini, experta internacional en trastorno límite de la personalidad, aplicó esta terapia en 2020 y demostró que era efectiva. A medida que los pacientes desarrollaron una mayor capacidad para perdonar y de limitar sus emociones, experimentaron menos ansiedad y frustración en sus relaciones con otros.
Curando la mente con virtudes y limitaciones psicológicas
Aunque éticamente este tipo de terapia puede verse como un intento de manipulación mental, realmente no es así.
Durante siglos se ha considerado que los humanos logran “florecer” gracias a los obstáculos naturales que atraviesan a lo largo del camino. De allí, que muchos estudios determinen que las personas más felices son las que tienen un propósito por el que vivir y luchar.
Sin embargo, la palabra “florecer” implica aprovechar las fortalezas humanas y la sabiduría para navegar por la vida, y la única forma de lograr eso es a través de la terapia psicológica. Hace años, esta terapia se realizaba a través de la instrospección, pero actualmente podemos recurrir a los profesionales para facilitar el proceso.
“Todas las personas encontraron oportunidades de crecimiento gracias a la psicoterapia. Incluso demostraron formas activas de afrontamiento, como profundizar en las relaciones o desarrollar nuevos pasatiempos, prácticas espirituales o intereses creativos, que no habrían podido desarrollar de otra manera”.
Jesse Owen
En este sentido, los terapeutas no buscan aprovecharse a costa de nuestra ansiedad y depresión, sino ser ese apoyo que necesitamos para entendernos mejor y alcanzar la felicidad.
Puede que sus métodos para hacernos “florecer” como personas aún no sean los mejores, pero no por eso deberíamos considerar a las terapias psicológicas como falsas o inútiles. En su lugar, deberíamos poner de nuestra parte y ayudarlos a perfeccionar su conocimiento del bienestar, si es que deseamos alcanzarlo lo más pronto posible.