‘Tengo mucho miedo’: hombres armados persiguen a buscadoras en Guanajuato ante ausencia de autoridades

Por Animal Politico

Los colectivos de búsqueda de Guanajuato llevan meses exigiendo medidas de protección, especialmente después del pasado 29 de mayo, cuando fue asesinado Javier Barajas Piña en Salvatierra.

“Esto desgraciadamente se salió de control. Tengo mucho miedo, soy honesta”. Dos mujeres mantienen la respiración entrecortada mientras se ocultan en un maizal cerca de Cuerámaro, Guanajuato. En una grabación de casi dos minutos se las observa escondidas, sin hacer ruido, en medio de la oscuridad. Ambas son buscadoras de los colectivos Hasta encontrarte y Una luz en mi camino, ambos de Irapuato. Hombres armados las acaban de perseguir a bordo de varias motocicletas y, asustadas, las mujeres se ocultan entre las plantas, con el temor de ser atacadas. Son las 9 de la noche del sábado 24 de julio y pasarán dos horas más hasta que lleguen las autoridades y se encuentren a salvo. Se trata de un nuevo incidente sufrido por integrantes de colectivos de búsqueda en el estado que acumula el mayor número de asesinatos de México: 1,469 muertes violentas de las más de 14 mil registradas por el secretariado ejecutivo del sistema de seguridad pública.

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Las mujeres habían recibido las coordenadas de una posible fosa clandestina ubicada en el terreno municipal de Romita y, a pesar de las condiciones de inseguridad existentes en el estado, decidieron acudir para comprobar si era cierto. La pista era buena. Al llegar al lugar encontraron algo de ropa, de la que jalaron y hallaron un hueso que parecía de una pierna, por lo que llamaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato y salieron del lugar para no contaminar el proceso de exhumación, según explicó una de las mujeres presentes, que pidió no ser identificada por miedo a sufrir represalias. Aunque les aseguraban que enviarían a algún agente, estos nunca aparecieron.

La zona en la que se encuentra la fosa está alejada de los núcleos urbanos y no tiene señal de celular. Así que salieron para dar parte cuando se encontraron con una primera camioneta con hombres armados. Asustada, una de las mujeres presionó el botón de pánico del Mecanismo Nacional de Protección a Defensores y Periodistas. Pero nadie acudió en su ayuda.

Pasaban las horas y la fiscalía seguía sin aparecer, a pesar de tener un cuerpo que debía ser exhumado. “Nos decían que esperáramos, que iban con nosotros. Estuvimos esperando alrededor de 3 horas”, dijo la mujer

Como se hacía tarde, las mujeres decidieron abandonar el lugar. Fue al llegar a Cuerámaro cuando se dieron cuenta de que unas motocicletas les estaban siguiendo. Presionaron nuevamente el botón del pánico, sus colectivos publicaron alertas en redes sociales y alertaron a las autoridades, sin éxito. Cuando pensaban que ya se encontraban a salvo, dos camionetas les cerraron el paso. Ellas huyeron a través de un maizal. “En ese momento pensamos que nos iban a matar, escuchamos varios disparos”, dijo la buscadora.

Durante todo este tiempo se habían registrado diversas llamadas a las autoridades, aunque sin éxito, ya que estas no se presentaron en la zona hasta pasadas varias horas, según denunció la activista Marcela Villalobos, que acompaña a los colectivos de busqueda.

Animal Político quiso conocer la versión de la FGE, Comisión Nacional de Búsqueda, Comisión Estatal de Búsqueda, pero al cierre de la edición no había recibido respuesta. Por parte del Mecanismo de Protección se señaló haber “dado vista de los hechos” tras tener conocimiento a través de redes sociales aunque quien coordinó y desplegó el operativo fue el gobierno del estado.

Lo cierto es que mientras que ni gobierno estatal ni federal se hacían presentes en la zona, las buscadoras se veían obligadas a huir de la persecución de hombres armados.

 

Según el analista David Saucedo, la zona es relevante porque ahí opera el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y no se trata de un territorio en disputa, como lo es buena parte del estado. Saucedo asegura que la fosa encontrada sería la primera directamente atribuible a este grupo criminal ya que las aparecidas desde el hallazgo de casi 80 cuerpos en Salvatierra, en octubre de 2020, serían responsabilidad del Cartel Santa Rosa de Lima. Según el experto, Cuerámaro, Manuel Doblado y Romita forman un triángulo controlado por Jalisco desde hace años y donde el índice de homicidios es muy bajo en relación al del estado debido a que no hay disputa criminal. “Esta zona es de amortiguamiento, de descanso, donde Jalisco se rearma y se reagrupa”, afirmó, para asegurar que, según sus informaciones, en la zona existen haciendas empleadas por el CJNG para torturar, asesinar y hacer desaparecer a personas a las que vincula con grupos rivales.

Los colectivos de búsqueda de Guanajuato llevan meses exigiendo medidas de protección. Especialmente después del pasado 29 de mayo, cuando fue asesinado Javier Barajas Piña. El hombre, de 27 años, formaba parte de la comisión estatal de búsqueda tras la desaparición de su hermana Guadalupe, que desapareció en febrero de 2020 y cuyo cuerpo fue hallado en las fosas de Salvatierra. “Esperábamos que por parte de las autoridades hubiese un acompañamiento y una protección que no existen”, dijo Villalobos. La integrante del colectivo denunció que en este tiempo también sufrieron amenazas, con la presencia de hombres armados en sus domicilios. “Estamos con inseguridad. Si nos matan seremos otro número más”, dijo.

Los ataques a buscadoras es una línea roja que se ha traspasado en Guanajuato y otros estados, como Sonora, donde recientemente fue asesinada Aranza Ramos, tiroteada en Guaymas la semana pasada.

Un día después del hostigamiento armado contra las buscadoras la FGE se personó en el lugar de la fosa para revisar el terreno y exhumar el cuerpo, aunque no trascendió si se realizaron más excavaciones o si se hallaron nuevos restos.

Guanajuato es el estado con mayor número de homicidios de México. Solo en 2020 se registraron casi 5 mil de los más de 28 mil asesinatos que se perpetraron en el país. Además, según la CNB hay más de 2 mil 500 desaparecidos de los cerca de 90 mil a los que se busca en todo el país.

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